༄★𝗛𝗫𝗛 » Headcanons, and others

𝗦𝗛𝗔𝗟𝗡𝗔𝗥𝗞

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  Desde pequeña tu vida se basó en las artes, en especial, la pintura y la música. No fuiste forzada a tener clases extracurriculares, vos las pedías. Esto, más tu pasión por las artes, hizo que a tus 21 años seas considerada una prodigio. No llenabas tus expectativas ni tus deseos, por lo que, para dar a conocer tu nombre, empezaste a buscar trabajo en restaurantes lujosos como música.

  En uno de esos restaurantes lo conociste: un joven rubio y de ojos celestes. Shalnark, es su nombre y, apareció justo una noche donde gente de la mafia estaría presente, disfrazado de mozo.

—Entonces, ¿Cuánto tiempo llevas tocando?

—¿El piano? Hace 4 años.

  Estaba atardeciendo y decidiste repasar las melodías que debías tocar para la noche, antes de abrir. Entrecerrabas ligeramente los ojos tratando de reconocer si era alguien del personal que conocías.

—¿Eres nuevo...? — Pronunciaste en un susurro dudoso y extrañado.

   Asintió con una ligera sonrisa.

   Esa noche lo conociste como mozo, pero no pasó mucho tiempo para que te dieras cuenta cual era su posición en la sociedad y su verdadera profesión, si le podemos llamar así. Tras esa noche dejaste de tocar por unos días.

  <<¡Hola!, ¿Tocas en algún lado o algo? Lamento que hayamos interrumpido esa pieza.>>  Ese mensaje desencadenó una amistad entre el rubio y vos, que, más tarde llegaría a una relación.

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  Acostada sobre el sillón de tu departamento, centrada en tu celular. Tus ojos reflejaban un cansancio ocasionado por el aburrimiento, a diferencia del resto de tu rostro que se mantenía neutro.

—Es raro verte hacer nada.

  Esa repentina, pero familiar voz, hizo que los músculos de tu cara se tensaran por unos segundos.

—¡Shalnark!, ¿Cómo entraste?— Cuestionaste al mencionado, mientras te sentabas.

—Eso no importa. Tengo algo que decirte... — Puso sus manos en su cadera.

  El de ojos claros siguió con su charla. Estaban tan tentados en el otro que ignoraron la ventana abierta y el felino que había salido por esta.

 —Entonces, ¿Entraste de una forma que desconozco a mi casa porque querías hacer una competencia de Mortal Kombat?

—Sí, pero este es otra versión del juego.

—Me parece bien. Pero no llores si te gano. — Te levantaste del sillón y te estirarste, pues llevabas tiempo acostada ahí. —Deja que le deje comida a mi gato.

—Okey, pero dudo que me ganes. — Se cruzó de brazos.

  Blanqueaste los ojos irónicamente y fuiste a buscar al animal. Después de unos minutos, te preocuparte, no lo encontrabas.

—Shalnark, ¿Está Misha, por ahí?

  Te respondió desde la otra habitación. —No, ¿Por qué?

—No la encuentro.

   Después de una pequeña búsqueda, te das cuenta de la ventana abierta y algo hizo click en tu cabeza.

—Entraste por la ventana, Shalnark. — Afirmaste con un leve tono de duda y seriedad. Tu ceño se arrugó ligeramente. No hubo respuesta verbal.

—Dios mio, si fuiste vos. —Te tapas la cara con frustración y exhalas. Sientes como te agarra suavemente por los hombros, buscando empatizar o pedir alguna disculpa sin palabras. Sabía que estabas molesta y preocupada por tu gato. Cuando, al fin, él había encontrado las palabras para decir, pero sintió como lo apartabas.

—Perdón, debo buscar a mi gato.

   Eso fue lo penúltimo que escucho, lo último: un portazo de cuando saliste.

   Reconoció que, en gran parte, esto fue culpa suya, por lo que se propuso lo siguiente: solucionar esto.

   Estuvo gran parte de la noche buscando al minino por la ciudad, incluso le fue preguntando a cada persona de la zona que se encontraba sobre este animal. Pensó, por un momento, pedirle a Feitan y a Phinks para que lo ayuden con su búsqueda, se acordó lo burlesco que podían ser estos y siguió por su cuenta.

  Se fijo en cada rincón que pudo pensar, en cada árbol y nada. Ya se estaba volviendo loco, hasta que pasó por un parque y escuchó unos ladridos y maullidos; era Misha que se había quedado atrapada arriba de un árbol intentando escapar de un caniche. Misha no estaba apto para vivir en la vida salvaje. Fue fácil espantar al perro y bajar al gato.

  Camino a tu departamento no tuvo problemas, aunque Misha estaba tiritando de miedo aún. Al llegar tocó la puerta un par de veces y esperó a que abrieras esta.

—Recién ahora se te ocurre— Tragaste tus palabras al ver que venía con el felino en brazos —¡Misha! — Tomaste a la mencionada. Tus ojos algo hinchados y agotados se llenaron de brillo al ver al pequeño animal. —¿Donde estabas? ¿Estás bien? — No te dirigias a Shalnark. Recibiste un maullido como respuesta y la dejaste en el piso, esta se fue a su camita rápidamente.

—Para la próxima no dejes la ventana abierta, pero gracias por solucionarlo.

—Igual creo que no va a volver a salir.

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  Hola, volví
El lunes comienzo las clases y estoy sufriendo pq no quiero😭
Pd: tengo el hc de q Shalnark flashea spiderman algunas veces y entra por las ventanas