Capítulo 7 El pacto

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Jahn Wilson

El finde acabó muy rápido, me encontraba saliendo hacia el pasillo del instituto para recoger a Eda y regresar a casa,

—¿Lista?—Pregunte cuando llegue a su lado

Ella se encontraba en un cálido abrazo de Liam cuando me asintió y con cuidado se desenredó de él.

—Te veo mañana Eda, —Dijo Liam

Ella solo sonrió y me alegré de que no le respondiera de la misma manera, era ridículo.

Agitó su mano para despedirse y caminamos juntos en pleno silencio incómodo hasta el coche.

—Así que, Liam ¿eh?—Cuestione tratando de ser todo lo casual posible

Ella me lanzó una mirada y procedió a responderme.

—Él ...es lindo—Encogió sus hombros y miró hacia sus pies

"¡Yo también soy lindo!"quise gritar, pero hubiese sido un ridículo momento, por lo tanto hice un ruido

—¿Por eso el plan del cine y que te invitara al partido?—Dije algo molesto

—No, nada que ver—Miro su teléfono

Estuvimos todo el camino sin hablar hasta llegar a casa.

Estaba empezando a asustarme lo rápido que iban las cosas ,lo que sentía por ella, era más que atracción, algo que no podía explicar con mucha precisión. Lo que sentía cuando un chico se le acercaba y ella sonreía era raro, no podía controlarlo y eso me frustraba.

Nunca había sido un chico celoso. De hecho nunca antes una chica había atrapado así mi atención como Eda lo hacía,pero incluso he llegado a ser consciente que siento algo por esta chica, aun sabiendo el poder que tiene sobre mí no era capaz de alejarme de ella.

Me detuve en frente de nuestra puerta y me acerqué a ella lo suficientemente para mirarle.

—No debería mirarte de esta forma, no me lo permitas enana—Le dije sin dejar de mirarla

—Jahn, esto no está bien, cruzar la línea está mal, además no puedes tirar mi lista al garete—Me miró con el mismo deseo

—Maldita sea Eda, no me mires así—Baje la mirada hacia sus labios—Está mal,Pero, no me gustan los límites—

—Tenemos un trato Jahn Wilson—Dijo, pero no me aleJé de ella

—¿Quieres romperlo ?—Me acerqué peligrosamente a su boca—Necesito romperlo—Dije acariciando su labio inferior con el dedo pulgar

Me fijé en sus bonitos ojos y me pedían más, justo como yo también lo estaba deseando, así que lentamente, esperando a que ella se arrepintiera en el último instante mis labios se acercaron a los suyos y al final ambos se sellaron con suavidad.

Fue lento, dulce, inocente e increíble, ella hacía que el momento fuera bonito.

—Jugué con fuego y ya me queme, pero, ¿te cuento un secreto?—Sonreí apartándome de ella—Me ha encantado quemarme y saltarme la línea enana—Le guiñe el ojo

—Tú eres peligroso para mí, lo mejor es que sigas jugando con todas esas chicas sin dignidad y olvídate de esto, no soy como las chicas que a ti te gustan y nunca lo seré—Dijo ella para luego entrar dentro

Como le hacía entender que ella era como la luna, brillante en el cielo y única.

Después de eso conduje hacia un mirador en la montaña, era el único sitio que me hacía reflexionar y tranquilizarme.

Cuando le pides un deseo a la lunaWhere stories live. Discover now