Capítulo 18 (Segunda Temporada)

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"Be with someone who makes you smile."

En el camino a la casa de Julian, tomo mi móvil y le aviso a mamá que voy a quedarme en casa de Cele. No podría decirle que voy a dormir en casa de Julian porque a) ella me golpearía e iría a buscarme ya mismo, y b) tampoco me animaba a hacerlo.

La casa de Julian estaba a oscuras y silenciosa. Julian aparcó el coche en el garaje y me quité los tacones para entrar sin hacer ruido. Me tomó la mano para caminar en la oscuridad y cuando entramos en su habitación, sentimos la voz de Diana. Los ojos de Julian se agrandaron e hizo una seña para que me quedara en silencio. Salió de la habitación y lo siento hablar con su mamá por unos segundos, luego ella le da las buenas noches y Julian vuelve a entrar en la habitación. Respira profundamente y luego ríe.

-Voy a darte una remera para que duermas -dice dirigiéndose a su armario.

Me siento en el borde de su cama y dejo los tacones en el suelo mientras bostezo. Una foto sobre la mesa de noche me llama la atención, pero cuando la voy a tomar para verla me doy cuenta de que debajo se esconde una hoja doblada. Muevo el portarretrato y desdoblo la hoja. Julian me tira la remera sobre la cabeza tapando mi visión y ríe.

-¿Qué haces? -Pregunta quitándome el papel de las manos.

Me quito la remera de la cabeza y lo observo moliéndome el labio.

-Me dio curiosidad -admito alzando los hombros.

Se inclina hacia mí para besarme tiernamente en los labios y luego mete la hoja en el cajón de la mesita.

-¿Qué es?

-¿Importa? -Pregunta quitándose la remera.

-Claro, quedé picada.

Retuerzo la remera negra entre mis manos mientras lo observo desvestirse. Se desprende el cinturón y se sienta a mi lado en la cama para desatarse las zapatillas.

-Julian, ¿qué es? -Insisto.

-Una canción.

-¿Qué canción?

-Una.

Frunzo el ceño.

-Una que escribí yo.

-Quiero leerla -digo haciendo morros.

-Otro día puedo cantártela si quieres -me dice al oído-, pero ahora no.

Vuelvo a fruncir el ceño.

-Voy a vestirme al baño.

-No, no salgas. -Se quita las zapatillas cuando volteo a verlo-. Mamá puede verte.

Ruedo los ojos. Me tiene presa.

-¿Cómo me visto?

-Quitándote el vestido y poniéndote la remera.

Já, muy gracioso.

-Voltéate.

Me pongo de pie rodando los ojos una vez más. Julian ríe por mi expresión mientras se desprende el cinturón para quitarse los pantalones.

-Ya te he visto, Ori -dice pesadamente.

Frunzo el ceño. No es el hecho de que pueda verme desnuda, sino el hecho de que vaya a ver los cortes en mis piernas, que van cada vez más lejos. Bajo la mirada pensando en qué podría decir. Y aunque sé que él nunca podría asquearse o asustarse de mí, me duele el hecho de que tenga que sufrir viendo mis lastimaduras. Pero luego recapacito y frunzo los labios. La remera no me llega tan abajo como para cubrir todos los cortes.

Desapercibida (Adaptada) / SIN TERMINARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora