Las bacterias no solo están en los besos, a veces te vienen a buscar en coche

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—Mai ¿y esa cara? Parece que acabas de lavar los baños con tu cepillo de dientes, esa cara no es normal de ti.

—No es nada, simplemente que hoy cara de chispas, me dijo estrellita y me puse de malhumor y luego me dijo así otra vez la señora Dolores. Pero solo son rollos míos, no me hagas caso.

—¿Qué quería ese ser? Ya sabes, Jai.

—Invitarme al cumpleaños de Loli, su hermana y pienso ir aunque no estoy muy decidida.

—¡Tienes que ir! Si no quedarás como una inmadura que no superan una broma de un niño de seis años que se la hizo hace dieciocho años.

Tiene un buen punto Emily, he de admitir.

—Ya pero es que no lo sé, estarán todos nuestros amigos y seguro me volverán a llamar pedorra— dije con la voz un poco más quebrada.

—Nadie le dice pedorra a una diosa, así que luego de tu turno ven a mi casa y te ayudo a prepararte, ¿Dale?

Sabía que era imposible decirle que no a Emily, así que me limité a sonreírle y aceptar.

—Pero iré luego del ensayo, en unos días tengo la presentación y sabes lo importante que es para mí.

—Dale reina, recuerda que tu misma eres y que lo harás genial.

Las horas pasaron sin más, siempre es muy monótono el día aquí, clientes, órdenes, limpieza y uno que otro desastre causado por un crío pequeño. Lo normal para la cafetería.  Faltaban ya menos de cinco minutos para el cambio de turno, así que empiezo a recoger mis cosas y quitarme el uniforme para irme a mi ensayo.

"Plop, plop" sonó desde mi bolso mi móvil, así que me apresuro a ver que es.

"La academia de danza tiene el lamentable anuncio, las clases del día de hoy se han postergado para el día de mañana, debido al la ruptura de una parte de la sala de ensayos, lamentamos las molestias, los esperamos mañana"

Genial, lo que faltaba, este día va un poco en decadencia a medida que avanzan las horas, lo bueno es que ahora podré ir antes a la casa Emily y así hacer un poco más de tiempo antes de estar en aquella fiesta. Espero pacientemente a que Emily acabe su turno y le informo de la situación.

—Ok, ten. —dice mientras me pega un casco sobre mi pecho.

—Eh... ¿perdón?

—Nos vamos en moto, cielo.

—Oh no, ja ja ja, no hay manera que yo suba a tu moto.

—Caminando no nos vamos a ir, así que ponte el casco y ve moviendo tu retaguardia a mi moto, dale, que no tenemos tiempo que perder.

Me aterra la idea de subirme a una moto, me parece el medio de transporte más inseguro que existe, está comprobado científicamente que el riesgo de sufrir un accidente mortal se incrementa doce, ¡Doce! veces más que si realizásemos ese mismo trayecto en coche. Y caminando me canso pero sigo viva.

Al subirme a la moto sentí como mi cuerpo se puso helado, la misma sensación que sientes cuando te descompensas, Emily solo sonrío y me dice que la abrazara fuerte y en cuestiones de segundo ya vamos a 80km/h mi corazón se va a parar en cualquier momento, los coches y camiones, van como si fuésemos inmortales y las curvas... Os juro que me haré pis en cualquier instante como sigamos así.

El trayecto es lo peor del día para mi, me bajo de la moto y siento como las piernas aún me tiemblan , no puedo más, jamás me vuelvo a subir a una moto, por su lado Emily estaba super normal  y yo, al borde del colapso.

Emily es una chica super despreocupada, siempre está muy "al natural" despeinada, sin maquillaje, escasamente a veces un poco de rímel, pero siempre con una sonrisa de oreja a oreja encantadora. Amo ir a su casa porque tiene las mismas vibras que ellas, tonos naranjas, madera, plantas y un olor a canela y manzana que me encantan. Tiene muchos cuadros y me dan la sensación que cada día son más y nunca vuelvo a percibir un cuadro de la misma manera, al entrar Bluetooth, su cachorrita, viene corriendo hacia nosotras a saludarnos.

Ella luego de detenerse a acariciarla, la acaricio yo, después ambas nos vemos y sabemos que la operación arreglando a Mai, empieza en estos momentos, siempre tengo ropa mía en su casa y viceversa, ya que casi siempre nos quedamos una en la casa de la otra, es primavera así que ambas fuimos a por el mismo vestido, el naranja.

Era un vestido precioso era estilo sirena pegado al cuerpo con una abertura en la pierna derecha, aunque era un vestido más de verano, últimamente ya no hace tanto frío, así que este iba genial, me coloque un brazalete dorado en el brazo que daba la sensación que acaba de salir del Olimpio, mi cabello no es para nada largo, de hecho, está sobre los hombros así que Emily lo rizo un poco para darle más de volumen y ya estaba lista, solo me coloque un poco de rímel y tinta para mis labios, no quería ir tan cargada de maquillaje, ya que me daba un poco igual. Solo me faltaba el regalo para Loli, pero en el camino quedaba una floristería y metraje algunos dulces de la cafetería, así que el regalo ya estaba armado, solo quedaba esperar la hora...

Los minutos pasaban muy lentos, aunque Emily insistía en que eso era imposible y que era mi ansiedad. Mientras estoy discutiendo que realmente los minutos estaban pasando más lentos me llega un mensaje de cara de chispas. Jai.

—Manda tu ubicación, que voy por ti para traerte a la fiesta, ha sido idea de Loli, piensa que he sido muy gilipollas contigo durante estas semanas y piensa que es buena idea que te busque, pasa ubicación, en diez minutos estoy.

Le muestro el mensaje a mi amiga con ganas de llorar, sabía que realmente había sido Loli quién le dijo eso, ya que por si solo jamás se ofrecería, así que me limité a enviarle la ubicación y esperarlo en la fachada del edificio, efectivamente llegó en diez minutos.

Emily me sonríe y me desea suerte, al final necesitaré eso y tres tragos de vodka porque no hay manera que sobreviva esta noche.

Me acerco al carro y me subo en la parte de atrás.

—Buenas noches señorita, la invito a subirse adelante porque sino no vamos a ningún lado.

—Jai, iré atrás, no pasa nada.

—Te subes adelante o no vamos.

Suspire y me baje para cambiarme de asiento, no quería ponerme a discutir por una tontería, así que abro la puerta del copiloto y me subo, coloco mi cinturón y se me marcan un poco más los pechos debido a la presión que hace el cinturón de seguridad, él solo me observa.

—Necesito pasar antes por la floristería de Lily, quiero llevarle también flores. Por favor te agradezco si podríamos pasar por allí.

—Claro no hay ningún problema estrellita.

Todo mi cuerpo se tenso.

El camino fue bastante cómodo, no hizo ninguna pregunta y me llevó hasta donde quise, todo iba de maravilla, nos detuvimos a comprar las flores y compré tulipanes de distintos colores por la ventanilla del coche.

De allí fuimos directo a la casa de Jai donde sin querer todo se descontroló.

La química de los besos ©Where stories live. Discover now