Capítulo 11.

375 48 1
                                    


Maratón 1/3.


❪ act two ― chapter eleven. ❫


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


El patrullaje fue tranquilo. No hubo incidentes, tampoco mencionaron palabra alguna ni se metieron en los pensamientos del otro. Y eso que Agatha había quitado el bloqueo, por lo que cualquier cosa que pensase o le llegara a la mente durante la noche, Sam podría escucharlo también. No lo hizo intencionalmente, esa era la verdad, pues quizás era la manera de que su hermano pudiera entender que estaba enamorada. Que no era un caprichoso y que el destino le había preparado una jodida sanguijuela, como decía él, para que fuese su alma gemela.

Cuando el sol salió, amaneciendo un nuevo día, ambos volvieron a casa. Era sábado, planeaba dormir toda la mañana, comería en casa de los Cullen y después se iría de compras con sus cuñadas. Era el sábado perfecto, si alguien se lo preguntaba. Antes, por eso, decidió desayunar. Un poco de fruta y un zumo, lo suficiente para que su estómago dejase de rugir, y subió hasta su habitación, donde se encontró una sorpresa.

Su cama era grande y amplia, de matrimonio. Siempre dormía sola. Por un lado, porque a Joshua le daría un infarto si se despierta y ve a un chico en la cama con su pequeña. Por otro lado, porque el único chico al que metería en su cama era Jasper y por el dichoso tratado, no podía cruzar la frontera del territorio Quileute. Si se lo preguntaban a ella, eso era una tontería muy grande. Mas, cuando cerró la puerta para acostarse, visualizó la silueta de un cuerpo fuerte y musculado.

― ¿Sam? ―preguntó, frunciendo el ceño―. Esta es mi cama, largo.

El varón hizo caso omiso, haciéndose el dormido. La morocha suspiró, tampoco pensaba dormir en la cama de él, por lo que accedió a dormir juntos. No merecía la pena perder tiempo echándole de ahí cuando, a la vista estaba, que no tenía intención de moverse. Arropó las sábanas y la colcha, abrigándose por el ligero frío que sentía, dejándose llevar por Morfeo a un largo sueño.

Su sueño se alargó hasta pasadas las dos de la tarde, que fue cuando Allison Uley les despertó para comer. Siendo conocedora que estuvieron patrullando toda la noche, la mujer les dejó dormir hasta que la comida empezó a enfriarse.

Agatha abrió sus ojos poco a poco, notando un peso en su cintura. Miró hacia ahí, encontrándose con un Samuel abrazándola con fuerza. Un Sam todavía dormido, quieto, sereno. Sin hacer ruido, Zorkin se dio media vuelta, casi siendo imposible de hacer por la presión que el alfa hacía en ella, quedándose mirándolo con ternura. Se veía tan tranquilo, que parecía como si no hubiese pasado el tiempo. Parecía que volvían a ser los dos hermanos que siempre habían sido. Inconscientemente, llevó una de sus manos a la cabeza del chico, dejando delicadas caricias ahí, con intención de despertarlo.

YUANFEN | Jasper Hale & Edward Cullen #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora