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Iris se removió incómoda con el festivo traje de Papá Noel que Beatrix la había convencido de usar. La vibrante tela blanca chocaba con las mejillas rojas de Iris, que estaban sonrojadas de vergüenza. El conjunto estaba destinado a difundir la alegría navideña, pero Iris no podía evitar la sensación de que estaba haciendo todo lo contrario por ella.
Mientras navegaba por la fiesta, las miradas y los susurros de otros invitados sólo intensificaron su malestar. La mitad inferior del conjunto, en particular, parecía diseñada para llamar la atención, mostrando demasiado de las bragas blancas de Iris para su gusto. Se preguntó cómo había permitido que Beatrix la convenciera de esto en primer lugar.
Cada paso se sentía como un foco de luz sobre su incómoda situación. Iris evitaba hacer contacto visual con nadie, esperando encontrar consuelo en un rincón o, mejor aún, una manera de modificar discretamente su atuendo. Tomó nota mental de no permitir que Beatrix volviera a convencerla de elegir ese tipo de moda.
Iris se encogió al escuchar la voz de Cid, dándose cuenta de que su desafortunada situación estaba a punto de volverse aún más complicada. Ella se giró para mirarlo, intentando mantener una apariencia de compostura a pesar de la incomodidad de su traje de Santa.
Con suerte, su situación no podría empeorar, pero así fue. De pie a unos metros de ella estaba Cid Kagenou, quien la miraba perplejo. "Oh, Iris, no esperaba verte aquí", su tono casual no parecía insinuar mucho ya que sabía que de todos modos se encontraría con Iris.
"Hola, Cid", saludó, intentando sonar casual aunque sus mejillas todavía estaban sonrojadas por la vergüenza. "Sí, Beatrix insistió en que me uniera a las festividades. Tampoco esperaba encontrarme contigo".
La mirada perpleja de Cid persistió, sus ojos iban de Iris a su traje de Santa y viceversa. "Interesante elección de vestimenta", comentó, con un dejo de diversión jugando en sus labios. Iris sintió una mezcla de humillación y frustración, lamentando cada momento que la llevó a ponerse ese conjunto vergonzoso.
Tratando de desviar la incomodidad, forzó una pequeña risa. "Sí, Beatrix pensó que sería gracioso. Estoy empezando a pensar que tiene un retorcido sentido del humor".
Cid se rió entre dientes, aparentemente disfrutando del giro inesperado de los acontecimientos. "Bueno, lo usas bien", bromeó, con un brillo travieso en sus ojos. Iris no podía decir si estaba realmente divertido o simplemente estaba jugando con la incomodidad de la situación.
"¡N-No te burles de mí, Cid o se lo diré a Claire!"
La respuesta de Cid fue inmediata y tensa. Sabía que si su hermana mayor descubría que lo habían visto con Iris, especialmente con un disfraz de Papá Noel tan lascivo, no terminaría bien para él. "Está bien, está bien, no hay necesidad de ir tan lejos, me detendré", murmuró, lo que hizo que Iris se riera.
"Está bien, Cid, confiaré en ti en eso", respondió ella, con un brillo juguetón en sus ojos. "No me gustaría ser la causa de ningún drama entre hermanos durante las vacaciones. Creo que ya tuve suficiente vergüenza por una noche".
"¿Ahora quién está haciendo las burlas innecesarias?" Cid dijo con el ceño fruncido.
Iris se rió entre dientes ante la respuesta de Cid, apreciando las bromas alegres que habían reemplazado la incomodidad inicial. "Es cierto, Cid. Supongo que ahora estamos empatados", respondió con una sonrisa juguetona.
Cid puso los ojos en blanco, pero una pequeña sonrisa apareció en la comisura de sus labios. "Bien bien." Cid decidió burlarse de Iris por última vez para obtener una buena reacción de ella para su propia diversión. "Eres buena Iris. Deberías ser Santa todos los años. No me importaría". Las palabras de Cid parecieron haber tomado a Iris con la guardia baja, y su rostro se puso rojo brillante de vergüenza. No podía creer que Cid le dijera algo así. Intentó actuar con calma, pero no pudo evitar sentirse un poco nerviosa.
Iris le lanzó a Cid una mirada juguetona, su vergüenza era evidente mientras intentaba recuperar la compostura. "Oh, de ninguna manera, Cid. Una vez con el traje de Papá Noel es más que suficiente para toda la vida", replicó ella, con un toque de risa en su voz. No pudo evitar apreciar la alegría de sus bromas, incluso si eso hizo que sus mejillas se pusieran de un tono rojo más profundo.
Cid sonrió, completamente divertido por su reacción. "Vamos, Iris, eres un gran Santa. A la fiesta le faltaría algo sin ti", bromeó, deleitándose con la oportunidad de verla retorcerse un poco más.
Iris se cruzó de brazos, intentando seguir el juego sin dejar de imponerse. "Bueno, si ese es el caso, puedes ser Santa el año que viene. Veamos si te gusta", sugirió con una sonrisa traviesa.
Cid se rió entre dientes, dándose cuenta de que podría haberse abierto a una oportunidad de burla. "Es justo. Entonces podemos turnarnos para difundir la alegría navideña", respondió, aceptando el desafío.
Bueno, mierda... A Shadow Garden tampoco le importaría ver un Santa Shadow LOL.
