El pelinegro suspiró y se adentró al carro, con la mirada pérdida y la tristeza a flote. El camino a su mansión fue en silencio, JiMin prefirió darle su tiempo y no atosigar con otras cosas. Porque en un momento se le ocurrió cambiar de tema para que su cachorro se despabile, pero rápidamente se negó a aquello, le pareció absurdo. A JungKook no le interesaría hablar de otra cosa que no sea Taehyung.

Y por la mente del Alfa menor cruzaba el recuerdo de que en la cena iba a pedirle matrimonio a su Omega. Seguramente Taehyung habría aceptado y hubieran festejado con unas perfectas rondas de potente amor en la cama.

Estarían siendo felices.

Pero la realidad era otra. Y, actualmente, se encontraba destrozado, con su pareja internada con coma inducido, la pérdida de su cachorro y la noticia de que jamás podría embarazarse de nuevo.

Estaba en la peor de sus pesadillas.

JiMin llegó a la mansión del menor, lo ayudó a que tomara un relajante baño, lo vistió con unos pijamas de seda negros y por último lo arropó en la cama como cuando era un niño.

Pero los hermosos ojitos de su bebé ya no brillaban, los notaba apagados, sin vida y sin la mínima luz presente.

-Me quedaré aquí hasta que te duermas- Susurró sentado en la orilla, mientras quitaba del rostro unos mechones negros.

-Yo debí quedarme con él-

-Tú debés descansar, tu padre me informó hace unos minutos  que los nuevos guardias llegaron al hospital. Taehyung está muy bien cuidado, mañana iremos todos a primera hora-
El menor sentía como sus párpados buscaban cerrarse, el baño lo había relajado demasiado.

-Cierra los ojos, amor. Recuerda que debés dormir para estar con muchas energías para tu pareja - JiMin masajeaba su cuero cabelludo con la yema de sus dedos algo que, desde que Koo era un cachorro, ayudaba a que se duerma.

Sintió como poco a poco la respiración del menor era más relajada y sonrió cuando lo notó cerrar al fin sus luceros.

Se quedó unos minutos más en la misma pose siguiendo con las caricias y luego salió de la habitación, no sin antes dejarle un beso en la frente.

[.....]

Eran casi las tres de la madrugada y el hospital se encontraba en un silencio casi sepulcral.

Park y Lee seguían firmes en la puerta de la habitación del Omega. Tenían encendidas sus radios para comunicarse con el resto de los guardias que rondaban los pasillos aledaños y sólo dejaban ingresar, exactamente cada veinte minutos, al personal de salud. Todos debían decir una contraseña, de otra forma no les permitirían el acceso.

De todas maneras, Jeon YoonGi (antes de partir hacía su casa), les había enseñado una foto del personal médico que debía hacer el horario nocturno. También de los otros guardias, del Beta Jin, de Nam, JiMin y de Koo.

Sólo por precaución. Era mejor prevenir que curar...

De repente, en el pasillo se escucharon unos pasos que alertaron a los dos guardias, obligándolos a llevar su mirada hacía dónde el sonido provenía.

Se irguieron en su lugar y luego saludaron con una reverencia sumamente respetuosa.

-Joven Jeon, no sabíamos que llegaría a estas horas de la madrugada- Exclamó JaeBeom confundido. YoonGi les había dicho que todos irían a descansar, pero que podía haber una mínima posibilidad de que JungKook no haya podido conciliar el sueño y se acercara antes para ver a su Omega.

El recién llegado lucía un traje negro, y tenía sus manos dentro de los bolsillos de sus pantalones. Debajo de sus ojos un rastro oscuro que indicaban la falta de descanso, los ojos algo cristalizados, la mirada sobre la puerta de la habitación.

MAKE A WISH [KOOKV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora