La sombras de Sera

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Un tiempo después...

Tras semanas de incertidumbre y desafíos en la naturaleza, el grupo finalmente se adentró en los límites de Maritown con la primera luz del día. La ciudad despertaba lentamente, bañada por la suave luz dorada del amanecer, que pintaba las fachadas de las casas y los adoquines de las calles con tonos cálidos y acogedores. El aire fresco de la mañana estaba impregnado de los aromas de pan recién horneado y leña, mezclados con el bullicio de los primeros mercaderes que abrían sus puestos.

Mientras avanzaban por las calles, Jack, con su habitual cautela, mantenía una vigilancia constante sobre su entorno, mientras que Elizabeth, con ojos llenos de asombro, se deleitaba con cada nuevo descubrimiento. Seraphine caminaba junto a ellos, su presencia tranquila y amistosa, contrastando con la tensión subyacente del grupo.

Aprovechando un momento de calma, Seraphine se dirigió a Jack con un tono amistoso, intentando acortar la distancia entre ellos. -Jack, Maritown nos ofrece un respiro y, con suerte, algunas respuestas. Debemos aprovechar esta oportunidad para prepararnos para lo que viene-, dijo ella, con una sonrisa alentadora.

Jack la miró, sus ojos reflejando una mezcla de aprecio por su intento de amistad y la persistente duda que lo acompañaba desde su encuentro. -Seraphine, agradezco tus palabras, pero no hemos tenido realmente tiempo para hablar. Sabes que eres el oráculo, y aún hay muchas verdades que nos estás ocultando, especialmente sobre por qué te buscaban-, replicó con franqueza, su tono indicando una demanda de claridad.

La respuesta directa de Jack tomó a Seraphine por sorpresa, su expresión reflejando un atisbo de desconcierto. La mención de su papel como oráculo y las verdades no reveladas parecían haber tocado un punto sensible. -Jack, no es que quiera mantenerlos en la oscuridad. Hay momentos y lugares para ciertas revelaciones, y debemos ser cautelosos-, respondió, su voz ahora teñida de una seriedad que rara vez mostraba.

La conversación entre ellos añadió una capa de tensión al ambiente ya cargado de la mañana. Mientras el grupo continuaba su camino por las calles de Maritown, era evidente que, aunque el entorno había cambiado, las sombras de los misterios no revelados y las verdades a medias seguían pesando sobre ellos.

Este nuevo día en Maritown no solo marcaba el comienzo de una fase diferente en su viaje, sino que también prometía ser un momento crucial para enfrentar las realidades ocultas y las dinámicas no resueltas dentro del grupo. A medida que se adentraban más en la ciudad, el grupo se preparaba, quizás con cierta reticencia, para lo que estas nuevas revelaciones podrían significar para su misión y para ellos mismos. 

La tensión que se había tejido entre Jack y Seraphine no pasó desapercibida para Helena, quien, con su característico pragmatismo, decidió intervenir. -Jack, entiendo tus preocupaciones, pero debemos aprovechar este momento de calma. Estamos en Maritown, mi ciudad, y te aseguro que aquí podemos permitirnos un respiro-, dijo con firmeza, su tono no dejaba lugar a dudas sobre su conocimiento de la ciudad y su capacidad para mantenerlos a salvo.

Influenciados por las palabras de Helena, el grupo decidió hacer una pausa en sus preocupaciones y dedicarse a una tarea más mundana pero necesaria: renovar sus vestimentas y equipo. Los mercados de Maritown, conocidos por su diversidad y calidad, ofrecían el escenario perfecto para tal empresa.

Mientras recorrían los puestos, cada uno se veía atraído por diferentes estilos que reflejaban su personalidad. Jack, aunque inicialmente reticente a la idea, encontró un sastre cuyo trabajo en cueros y tejidos resistentes resonaba con su pragmatismo y necesidad de funcionalidad. Elizabeth, fascinada por los tejidos encantados y los colores vibrantes, escogió prendas que no solo eran hermosas, sino que también contenían propiedades mágicas leves, añadiendo una capa extra de protección. Seraphine, por su parte, optó por vestimentas que equilibraban el estilo con la discreción, manteniendo su aire de misterio.

Ecos de la Forja: El Despertar del LinajeWhere stories live. Discover now