Un confrontamiento

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La partida de Amelia reabrió en Jack cicatrices del pasado que creía cerradas, liberando una tormenta de ira y dolor que no esperaba sentir nuevamente. Mientras sostenía la mano fría de Amelia, un dolor desgarrador se apoderaba de su corazón, mezclado con una sensación de impotencia que lo consumía por dentro. No podía evitar preguntarse por qué Amelia, tan llena de vida y bondad, había sido arrebatada de este mundo, mientras otros, menos merecedores a sus ojos, seguían vivos. ¿Había algo que él podría haber hecho diferente? ¿Alguna acción no tomada que hubiera cambiado este fatídico desenlace?

En ese mar de dudas y dolor, una resolución firme tomó forma en su interior: esto no podía quedar así. Había que actuar, buscar respuestas, exigir justicia para el alma noble que ahora yacía en sus brazos. Con una mezcla de solemnidad y resolución, Jack se puso de pie, acunando el cuerpo sin vida de Amelia con una delicadeza que contrastaba con la tormenta que rugía en su interior. A pesar del vendaval de emociones que lo azotaba, mantuvo una serenidad estoica, canalizando su dolor y su ira hacia la única salida que veía posible: la búsqueda inquebrantable de justicia para Amelia.

Justo fuera de la habitación donde habían encontrado a Amelia, Elizabeth esperaba, su expresión entrelazada con curiosidad y ansiedad. Al observar a Jack salir, cargando el cuerpo sin vida, la inquietud la embargó, llevándola a formular la inevitable pregunta: —¿Qué harás ahora?—. La respuesta de Jack fue entregada con una frialdad desprovista de emociones, sus ojos fijos en un punto indeterminado: -No estoy seguro. Pero esto... esto no puede terminar así. Amelia no merecía esto-.

A pesar de la brevedad y la aparente falta de emoción en sus palabras, Elizabeth sintió la resolución subyacente. La confusión se disipó, reemplazada por una determinación de seguir adelante. Sabía que quedarse estancada no le ofrecería las respuestas que buscaba. Con una nueva valentía, decidió acompañar a Jack, el hombre que la había rescatado de un destino incierto, dispuesta a enfrentar lo que fuera necesario para desvelar la verdad oculta tras el caos que los envolvía.

Pasados unos momentos, Jack caminaba en silencio por las oscuras calles iluminadas únicamente por la luz de la luna. No se escuchaba más que el eco de sus pasos y los de Elizabeth a su lado. Durante el largo trayecto de regreso a la sastrería, La voz de ella interrumpió el silencio, quien preguntó con cautela: —¿Hacia adónde vamos?—. Jack, aún sumido en el shock de lo ocurrido, la miró fríamente y respondió de manera cortante: -Donde ella-. Elizabeth no entendía completamente, pero se cuestionaba si había tomado la decisión correcta al seguir a Jack, si él estaría bien y si realmente encontrarían respuestas.

Sin embargo, divisaron a lo lejos a una mujer corriendo hacia ellos con lágrimas en los ojos, interrumpiendo sus pensamientos. A medida que se acercaba, se escuchaban sus gritos de negación: —No, no, no, ella no—. Elizabeth comprendió la situación de inmediato.

Al llegar, la mujer se detuvo frente a ellos y Jack, con una delicadeza inesperada, sostuvo el cuerpo sin vida de Amelia con sumo cuidado. Sus manos, ensangrentadas y temblorosas, acogieron el cadáver inerte de su Amelia como si fuera lo más valioso del mundo. Con lágrimas en los ojos, dejo el cuerpo inerte de ella en los brazos de esta mujer quien era la dueña de la sastrería, quien también estaba visiblemente afectada por la tragedia.

Ella dejando el cadáver cuidadosamente en el suelo, conmovida y preocupada por Jack, lo abrazó con ternura mientras él dejaba escapar sus emociones. —Lo siento, no pude llegar a tiempo. Perdón—, murmuró Jack entre sollozos. La mujer lo abrazo y acarició su espalda y le dijo suavemente: —No te preocupes, hijo. No pudiste evitar lo que pasó, pero hiciste lo posible por ella—. A pesar de su propio dolor, la mujer se mostraba compasiva y preocupada por Jack, sabiendo que la pérdida de su amiga también lo había afectado profundamente.

Ecos de la Forja: El Despertar del LinajeWhere stories live. Discover now