Parte sin título 3

6 2 0
                                    

- ¿De donde viene todo ese dolor?

Veo a través de sus ojos cómo buscar en su memoria la respuesta a esa pregunta le pesa en lo más hondo de su corazón.

- Del lugar más doloroso para todas las personas: la infancia. Mi padre era un patán alcohólico, machista, retrogrado, un bruto que solo sabía como causarnos de maneras que superaban a las anteriores en cuanto a maldad y brutalidad. Mi primer recuerdo es verlo golpear a mi madre tan fuerte como pudo. Además de ser pobres, bastante de hecho, mientras otros niños estrenaban juguetes, mi hermana y yo estrenábamos morenotes, narices rotas y magulladuras en nuestros cuerpos, y ni hablar de mi mamá, hasta allá, hasta allá no puedo ir...

Paramos un segundo, solloza y por un momento me cuestiono si la tristeza que se siente en el ambiente es suya o mía, siento tanto sus palabras que ya no lo sé, pero es algo bueno ¿no? Al menos es mejor que sentirte aliviado de que nunca has pasado por ese tipo de cosas. Lo jodido del asunto es que todos sabemos que ese tipo de situaciones la viven más personas de las que nos imaginamos, pero nunca crees que conocerás de frente a alguien que venga ese tipo de... ¿hogares? (somos muy buenos para eso, pensamos algunos) creemos que las características sociales de nuestra vida nos guiarán y encarrilarán únicamente con personas a nuestro "nivel", pero luego un joven que ahoga su dolor en trago llora frente a ti en la mitad de la calle y te das cuenta que mientras en tu casa tienes tres comidas diarias, a dos casas alguien está viviendo un infierno. Pero ¿por qué deberíamos creer que es importante saber eso?

- Lo siento tanto. - Digo mientras toco su hombro - No merecías nada de eso... -

Él nota algo a la distancia:

- Vayamos a esa farmacia, miremos si podemos comprar las cosas.

- No creo que nos sirva, ya fui allí.

- Confía en mí, vamos...

El juicioWhere stories live. Discover now