Bajo sus Encantos

IX. Fuera de control

Abrió su cuaderno, especial, como solía llamarlo porque allí hacía dibujos o escribía pequeñas frases cuando terminaba los trabajos ante de tiempo en clases y tenía tiempo libre. Algo que le sucedía a menudo y no al resto de sus compañeros.

Tomó su bolígrafo color rosa, con un toque de brillo y en la última hoja dibujó un pequeño cuadro comparativo. Del lado izquierdo decía Friend y del lado derecho Freen. Se mordió el labio, notando que era algo patético, pero Freen era quien le gustaba y Friend la chica que la invitaba a salir y siempre estaba con ella. Así que no sonaba tan loco después de todo.

La observó de reojo y le sonrió apenas al descubrirla observándola. Se removió y comenzó a escribir, recordando los detalles más importantes de ambas.

Quiso escribir algo de la castaña primero pero su mano fue directa bajo el nombre de Freen y allí comenzó.

Era hermosa. Lo tachó, eso era obvio. Sin embargo, volvió a escribirlo en el renglón de abajo porque era un punto importante después de todo. Freen era hermosa, la capitana de las porristas olía siempre bien y la besaba de esa manera que encendía todo en ella. Se mordió el labio, recordando todos sus besos y apretó sus piernas cuando otras imágenes también la invadieron.

La dejó cargar a Oliver, bromeaba cuando estaban solas y se mostraba divertida solo con ella. Eso era algo digno de admirar y por el que sentirse orgullosa. Freen era otra persona cuando estaba con ella y no cualquier persona. Una especial.

Bien, ahora debía escribir algo negativo. Golpeó el bolígrafo contra el cuaderno y pensó. Antes de que toda aquella confusión del cupo sucediera, Freen tenía cientos de cosas negativas. Quiso golpearse, ahora que estaba en esa especie de enamoramiento por ella de repente las olvidaba.

A veces solía decirle que hablaba mucho y que no la imaginaba callada. Bueno, eso quizás muchos querían decírselo. Freen solía tratar mal a su mejor amigo y eso era algo inaceptable, lo catalogaba de chismoso y más de una vez le echó maldiciones. La porrista era algo prepotente, el trato frente a los demás no era el mismo cuando estaban juntas y eso era algo triste.

Sin duda era de sus puntos negativos más negativos, incluso. A Freen le gustaba más la popularidad que seguir el ritmo de sus sentimientos. Y ella era todo lo contrario ¿podrían llevarse bien en ese sentido alguna vez? Lo dudaba.

Y lo peor, el punto que debió haber anotado como primero, era que estaba con Billy. La morena no estaba soltera y ella era consciente de eso, por mucho que lo olvidara cuando se besaban, Freen tenía novio y lo engañaba con ella. Y ser algo así como el segundo plato no era muy digno ni interesante de vivir.

Regresó su vista a Friend y la vio concentrada en sus tareas. Sonrió, Friend también era hermosa y compartía con Freen ese punto. Quizá no tenía sus ojos ni su pelo azabache, o sus piernas bien trabajadas y su sonrisa arrogante. Pero era hermosa.

Era dulce, tímida y amable con ella. Era algo así como otra versión de sí misma y estaba segura de que cualquier persona se sentiría atraída por Friend. Era la capitana del club de lectura y a ella le encantaba leer. Y estaba soltera. Friend tenía muchas virtudes que no iba a continuar escribiendo solo para que su lista no quedara más larga que la de Freen.

Pensó en sus puntos negativos y momentáneamente no encontró. Quizá, en la salida de esa tarde, descubriría alguno.

Cerró su cuaderno y se sintió observada. Alzó la vista, descubriendo a sus compañeros mirándola y a su profesor cerca de ella, con tiza en mano y esperando algo.

- ¿Qué? - preguntó con un leve sonrojo-

- La respuesta al segundo punto, Armstrong- maldijo mentalmente y en la otra punta Friend se puso de pie, alegando que ella respondería.