Hoseok jamás fue tan decidido al echarse a lado de Taehyung, pero sus manos dudaron al querer hacer contacto con él. Al final puso una mano sobre el hombro de Taehyung con un ligero toque. — Perdón por actuar como un idiota todo este tiempo, yo no supe juzgarte muy bien, pensé que todo lo que hacías hasta ahora era simplemente un juego para ti. Pensé que en el fondo te reías de mi. Pero ahora sé que incluso puedes ser la persona mas sincera que jamás he conocido. Y eso...hace que me fije más en ti.

Taehyung se volteó y miró a Hoseok directamente.

—Pero, cómo podríamos funcionar si tu eres tan brillante y yo...tan insignificante—murmuro Hoseok.

—No lo eres.

Hoseok hizo una suave sonrisa al escuchar la respuesta contraria. —Tampoco soy especial. No soy inteligente, no soy atractivo, ni mucho menos rico. Mi familia es tan pobre que apenas tiene para comer.

—No me importa nada de eso. Para mi... eres increíble.

—Tu...

—Me gustas—dijo Taehyung. Hoseok se quedó helado como muchas veces antes. Y finalmente ante esta confesión abrupta de Taehyung, el fue sincero también:

—También me gustas, —confesó—desde que te vi entre aquella multitud por primera vez.

El cuerpo de Taehyung se acercó a Hoseok y le dio un abrazo, fundiéndose en la calidez. —Lo sé. —El sabor salado se endulzó en el corazón de Tae. En ese momento no podía estar en un lugar mejor que a lado de esta persona. Y Hoseok finalmente fue valiente y dejó un beso tierno en los cabellos de Taehyung.

—"¿Podrías darme otra oportunidad para comenzar de nuevo?"

***

Al amanecer, cuando el sol siquiera había asomado, los párpados de Jimin aleatearon suavemente mientras de una manera lenta y confusa empezaron abrirse. La luz del día perturbó su rostro, Jimin frunció los ojos en tanto se cubría con las manos ante está intensa iluminación.

En ese momento, como si su cuerpo estuviera programado a esa hora de la mañana, Jimin se inclinó sobre la cama de manera rígida. Tenía el cabello suelto tapándole la cara, sus mejillas hinchadas estaban sonrojadas por el calor de las sábanas, pero además de que sus labios abultados lucieran frescos y rojos, por dentro se sentía algo reseco y sediento.

Lo primero que se le pasó por su dolorosa cabeza fue buscar un vaso de agua. Entonces se frotó los ojos y se puso de pie, pero inesperadamente un bulto lo tomó por sorpresa e hizo que tropezara sobre el suelo con un ruido sordo. Jimin se inclinó desorientado, una masa corporal se movió y Jimin se llevó un susto al sentir este movimiento. Cuando observó claramente que había un cuerpo descansando en el suelo, Jimin frunció la frente al ver el rostro de JungKook durmiendo sobre un pequeño colchón a lado de su cama." ¿JungKook? Él... ¿Qué hacía ahí?"

En ese momento, la mente de Jimin empezó a deambular de un lado a otro, recobrando finalmente toda la conciencia. Después de todo, Jimin no podía entender por qué JungKook estaba en su habitación, tampoco en qué momento se había trasladado ahí.

Cuando decidió no despertar a su amigo, con los pies descalzos, Jimin se movió de manera silenciosa rodeando la cama hacia el otro lado. Jimin iba cuidadosamente sin hacer ruido, pero otra cosa desconcertante lo paralizó: "¿Otro colchón improvisado?"

Jimin estaba conmocionado, no solamente había otro colchón sino otra persona recostada en el suelo de su habitación. "Qué...¿Qué se supone que estaba pasando? ¿Acaso su casa se había vuelto un hotel de refugiados?"

Jimin no sabía quién era la otra persona. Cuando asomó su cabeza para poder distinguir su rostro, él no pudo lograr ver nada, porque toda la manta le tapaba de pies a cabeza.

Después de mucho tiempo de indecisión, Jimin finalmente decidió salir de su cuarto. No sabía lo que estaba pasando, lo único que podía hacer es retirarse primero e ir con su abuela. Tal vez ella podría darle explicaciones. Estaba a punto de abrir la puerta cuando de pronto escuchó un sonido, un sonido que hizo que sus pies se detuvieran de inmediato.

Jimin giró la cabeza y miró hacia atrás, entonces sintió por un instante que todo lo que estaba sucediendo era parte de un sueño. De no ser así ¿Cómo podría ser real que en ese momento estuviera viendo a Suga...en su habitación?

Está vez, el rostro pálido de Suga estaba descubierto, las cobijas habían sido retiradas con un movimiento inconsciente, pero él seguía con los ojos cerrados. Jimin estaba desorientado, hace unos instantes creyó que todo lo que su cabeza le había mostrado sólo habían sido imágenes de un sueño, un sueño donde él y Suga se habían dado un beso. Sin embargo él sabía que no era así, que era imposible que Suga se acercará a él y le diera un beso, un beso tan íntimo como aquel "¿Acaso no sonaba demasiado increíble como para ser verdad?"

Es así, Jimin no podía creerlo, es más, pensó que en algún momento en la noche anterior, en la terraza, se había quedado dormido por tomar tanto alcohol, y que alguien se había tomado la molestia de llevarlo hasta casa, entonces había tenido aquel sueño tan especial. Pero entonces, si todo había sido un juego de su imaginación ¿Qué hacía Suga durmiendo en su cuarto?

Jimin estaba como hipnotizado. No parecía ni siquiera querer parpadear, ya que temía de que si lo hacía el pelinegro desaparecería de su vista.

"¿Acaso esto era otra ilusión más?" En la habitación podía escucharse la suave respiración de Suga, pero también, Jimin podía oír la sintonía palpitante de su corazón.

Hace mucho tiempo que Jimin tenía un pequeño rubor en sus mejillas, y también, desde que su mente le dibujó las diferentes escenas de lo que supuestamente sucedió la noche anterior, su interior no había parado de latir nerviosamente.

Pero entonces sucedió un movimiento inesperado, ya que mientras Jimin deambulaba en su cabeza, JungKook había despertado y se había dado cuenta que Jimin se había levantado y que estaba parado cerca de la puerta mirando en dirección de Suga.

—Jimin—lo llamó.

Cuando Jimin levantó la vista, finalmente fue consciente de la presencia despierta de JungKook. Antes de que pudiera decir algo, decidió escapar apresuradamente, porque se sentía tan avergonzado que lo último que quería era que su amigo lo viera así. Jimin se dio vuelta, pero en su prisa, su frente chocó contra la puerta cerrada con un golpe sordo y repentino.

—¡¿Estás bien?!—. JungKook exclamó tan fuerte que hizo que la otra persona del otro extremo se despertara.

Jimin no tuvo tiempo de contestar a Jungkook, Suga había abierto los ojos y esto por alguna razón lo había llenado de miedo. Abrió la puerta y salió corriendo de la habitación para luego encerrarse en el baño.

JungKook se levantó ruidosamente, siguiendo a Jimin hasta la puerta del baño. —¡Jimin ¿Estás bien? ¿Qué sucedió? ¿Te sientes mal? ¿Me escuchas?...!

JungKook estaba haciendo tanta bulla que Suga, con los ojos entrecerrados y la cabeza hundida en la almohada, ya estaba fastidiado con sus gritos. La impaciencia de JungKook resonaba en toda la casa, impidiendo que pudiera volver a dormirse. "¡Definitivamente iba a matarlo!"

Suga se levantó de la cama con la cara adormilada y arrastrando los pies, saliendo de la habitación. Al llegar al corredor, sus ojos entrecerrados se posaron primero en JungKook, quien insistía y rogaba frente a la puerta del baño con una expresión desesperada. Una mezcla de lástima se reflejó en el rostro somnoliento de Suga al ver esta semejante humillación.

Sin embargo, un tentador aroma comenzó a acariciar sus sentidos desde el lado izquierdo del corredor, atrayendo su atención. Suga se detuvo un momento, debatiéndose entre ir a callar a JungKook o seguir el apetitoso aroma. Finalmente, dejando a JungKook en su dilema, decidió seguir el irresistible aroma.

El Mismo Cielo (Yoonmin)Where stories live. Discover now