VII. Consecuencias

En başından başla
                                    

- ¿Tus chicas? -

- Así les digo- aseguró alzando los hombros- somos como amigas y es normal ese trato-Freen volteó y se mordió el puño, por supuesto que no lo era-

- Sí, como sea. Tú y tus chicas pueden estar tranquilas entonces- dijo abandonando la cama y sin preocuparse de su desnudez - ¿puedo usar el baño? No sería agradable saludar a mis padres con aliento a tu...sabor- susurró volteando y descubriendo la mirada de la morena bajo su espalda. Tragó saliva, avergonzada pero exaltada porque no la quitara - Becky... ¡Becky! -

- Sí, sí ¿qué sucede? -

- Te pregunté si puedo usar el baño- ella parpadeó, varias veces hasta comprender el pedido de la morena y luego asintió, aún con la mirada en la curva que su cadera formaba-

- Sí, sí es...abajo. La puerta marrón que tiene picaporte dorado y se abre hacia adentro como...la puerta marrón- terminó aclarándose la garganta al notar el enredo que su emoción había generado - en el tocador, detrás de ti hay toallas limpias- Becky giró y hundió su rostro en la almohada mientras Freen buscaba entre los cajones. Verla en ese estado, con la impecable figura que cada centímetro le regalaba, solo aumentaba su calor y debía intentar calmarse-

Oyó sus pasos alejarse y suspiró, aliviada de tenerla lejos un momento, pero de repente sintió su respiración agitada, cerca y la puerta cerrarse fuertemente. Alzó su cabeza tras escuchar el timbre y abandonó la cama con rapidez.

- ¿Esperas a alguien? - Freen parecía algo molesta, hablando entre dientes y buscando su ropa con rapidez-

- No, por supuesto que no. No hoy, no hay cupos y mis padres... ¿qué hora es? -

- Cuatro y media- entrecerró los ojos. Eso significaba que habían pasado una hora y media en la cama y tenían más tiempo de continuar antes de las siete, pero alguien estaba ahora golpeando insistentemente también - ¿a dónde vas? - le preguntó cuando ella se puso la bata y abrió-

- Pues a atender-

- ¿Estás loca, Becky? ¿Y si es alguien del Instituto? - posiblemente lo era. O algún vecino o alguien extraviado pidiendo por una dirección. Pero si había algo que no le gustaba a Rebecca Armstrong, era dejar a alguien esperando del otro lado de la puerta-

- Lo siento, pero tengo que atender- dejó la habitación y Freen la siguió, entre tambaleos mientras se abotonaba el pantalón y su brassier entre los dientes - es Surprise- le dijo luego de observar por la mirilla-

- Maldito cara de porcelana ¿qué demonios quiere? -

- No le eches maldiciones a mi mejor amigo- le reclamó al observarla terminar con el sostén y tomar su camiseta en medio de la escalera - ¿abro? -

- ¿Y qué vas a decirle? Espera a que termine de...maldición, mis zapatillas-Freen corrió hasta el cuarto y Becky se mordió el labio, nerviosa y esperándola en silencio-

- ¡Becky! - la llamó Surprise al golpear una vez más y ella sacudió su pie contra el piso. Cuando vio a la morena regresar, giró y abrió con su mejor sonrisa - por fin, querida ¿pero por qué tardabas tanto? -

- Hola, Surprise- lo saludó con un beso en la mejilla y él intentó pasar, pero ella obstaculizo su avance - no te esperaba ¿sucede algo? -

- ¿Y desde cuándo debe pasar algo para visitar a mi mejor amiga? Anda, muévete y déjame entrar-

- Desde nunca, pero estaba...durmiendo una siesta- fingió un bostezo y alzó un brazo, moviendo su mano hacia atrás en señal de Freen regresara al cuarto-

- ¿A esta hora? -

- ¿Desde cuándo hay hora para las siestas? -

- Am ¿desde siempre? Hay hora para el desayuno, el almuerzo, la siesta, la cena ¡hay hora para todo Rebecca Patricia Armstrong! -

Bajo sus EncantosHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin