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Abrí los ojos perezosamente fijándome rapidamente en el gran ventanal, no había ninguna pista de que el sol iba a salir, estaba totalmente oscuro. La luz de la Luna entraba por la ventana y brillaba más de lo normal, era hipnotizante la belleza que tenía esa noche.
Mis pensamientos se vieron interrumpidos cuándo sentí un peso en mi cuerpo, algo liviano de hecho.

Mi vista se perdió por toda la habitación hasta que se topo con un pelo castaño sobre mi pecho, no me había acordado que Hao se había quedado conmigo la noche anterior. Su pelo castaño estaba desordenado, sus labios abultados y soltaba leves suspiros, cómo relajado. Tenía su brazo alrededor de mi cintura y una mano sobre mi pecho, abrazándome de alguna manera. Y mi cuerpo no estaba para nada disgustado, pues las corrientes eléctricas que corrían por mi pecho me delataban.

—uhmm...

Un suspiro más que hizo darme cuenta de que estaba mordiendo mi labio inferior, al soltarlo me llegó un sabor metálico a la boca.
Hao se empezó a mover y sentía su cuerpo ponerse rígido.

—Jay, no quiero... —La mano de Hao apretó mi remera, arrugandola mientras empezaba a soltar pequeñas lágrimas y sollozos.

—Hao...

Lo moví delicadamente.

—No, por favor —Dijo devuelta ahora soltando patadas.

—Hao, estás soñando, tranquilo.

Comencé a acariciar su mano y mágicamente su rigidez ya no estaba.

—Yo estoy aquí, no dejaré que te toque devuelta —Susurre, el aliento se me habia ido al ver las lagrimas en su rostro ser iluminado por la luz de la Luna.

Su mano soltó mi remera y ahora sólo estaba apoyada sobre mi pecho, su pierna había enredado la mía y soltaba suspiros de nuevo, ya había pasado.
Con duda mi mano se acercó a sus cabellos empezando a mover mis dedos, acariciándole. Ahora escuchaba ronquidos.

—Por dios —Reí bajo y cerré los ojos, sólo deseaba guardar este momento en mi mente por años... y claro que lo podía hacer.

Tomé mi teléfono y abrí la app de cámara tomándole una foto. Al terminar de sacar la foto vi la hora y eran las 3:46, todavía podía seguir descansando hasta que sea la hora de ir al trabajo.
Cerré los ojos devuelta sintiéndome totalmente fuera de mí. Mi cuerpo estaba con una sensación de calidez llenando cada rincón haciéndome sentir tranquilo y liviano.

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un corto solo para hacerlo un poco más lindo jakajaj

BH┆One NightWhere stories live. Discover now