BH┆One Night

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Empecé a poner los vasos, cubiertos y los platos en la mesa, cuando terminé, vi que Hanbin traía un plato en donde estaba la carne y la olla de los fideos, no dude en ayudarlo y abrirle la silla para que se sentará.

—Gracias Zhang Hao.

—No me digas así, dime Hao, tengo 23.

—Yo tengo 22, así que espero que me tengas más confianza por ser menor.

Asentí y sonreí.

Hanbin había empezado por servirme la comida a mí y después a él.

—Gracias —Agarre mis palillos para empezar a comer.

—Hao, ¿puedo preguntar algo?

—Claro, ¿qué pasa? —Pregunté no dejando de comer.

—Sobre tu novio y su pelea... ¿te sientes bien?, Antes de meterte al bote, te vi corriendo cómo si escaparás.

—Oh... —Me quedé en silencio y él sólo me presto más atención. —Bueno... Yo... Habia salido con un amigo hoy, mi mejor amigo mejor dicho. Y cuando Jay nos vio lo empezo a golpear a más no poder, estaba muy molesto por eso y sólo... Empezamos a forcejear y lo lleve hasta casa para hablar mejor, pero se me salio de las manos y lo golpeé, obvio se enojo y bueno, ya sabes... —Agaché mi cabeza, sentía mucha vergüenza de contar esto.
Él sólo se quedó en silencio, aún que todavía sentía el peso de su mirada encima, haciéndome sentir muchísimo más avergonzado.

—Hao... —Hablo por fin, yo sólo me quedé ahí, hasta que reí falsamente para después mirarlo.

—Tranquilo, no pasa siempre.

—Pero no es sano, Hao...

—Lo sé, créeme que lo sé muy bien... olvídate de lo que acabo de contarte, sigamos comiendo, cuéntame de ti mejor.

Dije y él me miró un poco inseguro para asentir levemente segundos después.
Hablamos de nuestras películas favoritas, de mi comienzo aquí en Corea, ya que yo era de China, y él ahora había comenzado a contarme sobre una anécdota suya de chiquito.

—Dios, ¿en serio le tenías miedo al momo?
—Pregunté mientras me reía a carcajadas agarrándome la panza con una mano.

—SII!, realmente moría de miedo cuando era la hora de acostarse, yo sólo empezaba a saltar de cama en cama por miedo a que me jalara las patas a la noche.

Dijo y yo sólo comencé a reír más fuerte.

—Daría todo por haberlo visto.

—No te burles, no era divertido para mí yo de 7 años —Dijo con leve puchero.

Comenzamos a levantar todo lo que había en la mesa para ponerlo a lavar.

—Hanbin... —Lo llamé y el solo hizo un "umh" para que comience a hablar, ya que estaba ocupado lavando los platos sucios.
—Gracias por haberme dejado estar en tu casa hoy a pesar de no conocerme.

—No hay de que, Hao, no podía dejarte ahí, parecías perrito mojado —Rodée los ojos.

—Siempre con tus chistes de mierda.

—Cara de angelito, pero realmente eres un enanito grosero.

—No soy enano, sólo me sacas un centímetro, Hanbin.

—Por eso lo digo.
Mañana iré a trabajar a las 7am, así que si no me ves es por eso, aún así te dejaré todo lo que puedas necesitar, está es tu casa.

—Gracias, pero igual mañana temprano volveré a mi casa, a pesar de todo necesito arreglar las cosas con Jay.

—Oh, está bien, entonces... Iré a dormir.

Dijo de repente dejando ya los vasos, cubiertos y platos limpios en el otro lado del lava manos. Se había ido tan rápido que ni siquiera me dejó desearle buenas noches, idiota.

...

Me desperté cuándo escuché la alarma, la apagué y comencé a estirarme y a largar largos bostezos, anoche después de que Hanbin se haya ido a dormir, sólo vine a mi cuarto y me tire a la cama, estaba tan cansado.
Me levante como pude aún mareandome y comencé a buscar ropa de mi maleta para bañarme.

[Pov bin]

Apagando la alarma, me quedé tirado en la cama, tenía tanta pereza que no tenía ánimos de levantarme, pero tenía que ir al maldito trabajo, era mi deber. Me levanté aún pegando duras pisadas, ya estaba de mal humor.

Después de bañarme y arreglarme, salí y comencé a hacer el desayuno, haciendo el de Hao también, ahora que recordaba anoche me había comportado cómo un idiota al irme así tan de repente. No sabía por qué, pero me sentí tan molesto cuando menciono a ese tal Jay.

Agarré los platos con las tostadas y las dos tazas de café, cuándo me di vuelta ahí estaba Hao, con sus ojos levemente hinchados y unos pantalones grises con una camiseta negra. Se veía tierno con su pelito rojizo despeinado.

—No vuelvas a aparecer así de nuevo, de suerte no te arroje el café encima —Dije después de dejar mi trance para avanzar hasta la mesa dejando el desayuno y sentarme en una de las sillas.

—Río. —Lo siento, no pensé que parecía Momo —Dijo sentándose frente mío sonriendo levemente por su chiste nefasto, lo mire con una sonrisa sarcástica y comencé a comer la tostada.

Cuándo terminamos de desayunar cada uno fue a ponerse su abrigo y zapatos para salir, Hao con su maleta y yo con un bolso.
Vayamos juntos, mi trabajo es cerca — Asintió y le cedí el paso para que salga.

...

—Mi casa está por allá —Dijo y señalo una cuadra.

—Oh, ese es el camino que tomo para trabajar, vamos, te acompaño —Mentira, ese no era el camino, era el lado contrario. Pero tenía miedo que algo le pasará, así que lo acompañé.

—Llegamos —Dijo luego de algunos minutos de estar caminando —Ahora si, espero volverte a verte, Hanbin —Dijo y me dio unos golpecitos suaves en la espalda para comenzar a caminar hasta la entrada de su casa despareciendo de mi vista.

—Lo mismo digo... —Dije en voz baja empezando a girarme para ir a mi trabajo, era las 7:17, estaba por llegar  tarde, pero no me importaba, pero... ¿por qué no me importaba?

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