10-Velada

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Ahora mismo todos los objetos estaban reunidos en la sala para debatir sobre el tema del hechizo ¿qué era lo siguiente que tenían que hacer?

-Bien, como sabrán. Solo nos quedan exactamente doce horas con treinta y seis minutos y quince segundos para crear la más mágica, espontánea y sobre todo romántica atmósfera.-Una mesita con la rosa encima se acercó a Iida.-Les recuerdo que si el último pétalo de esta rosa cae el hechizo nunca se romperá.

-Relájate Iida, deja que la naturaleza siga su curso.-Dijo Kirishima.

-¡Si! Es obvio que hay una chispa entre ellos.

-Lo sabemos, Mina. Pero no hay nada de malo en avivar el fuego.-Respondió Izuku con un tono pícaro en sus palabras.

-Además, deben enamorarse esta noche si queremos ser humanos otra vez.

Rato después Iida ordenó a Kirishima a que ayudase a preparar a Bakugo, mientras que Momo se encargaba de Todoroki. Por otro lado, Izuku se encargaría de limpiar el salón, Mina terminaría todos los preparativos para la cena y él supervisaría que todo saliese como lo tenía planeado. Todo tenía que salir perfecto.

Ahora mismo Bakugo era bañado, enjabonado y enjuagado en una gran tina. No dejaba de pensar en lo que sucedería esa misma noche, estaba muy nervioso.

-No sé si pueda hacerlo.

-Olvida la timidez. Hay que ser audaz, atrevido.-Alentó su amigo rojo.

-Audaz, atrevido.-Repitió Bakugo. Salió de la bañera y se sacudió mojando todo en el proceso.

-Será una velada muy romántica. Habrá música, comida y sobre todo una hermosa luz tenue proporcionada por mi, Eijiro.-Mencionó.-Y cuando llegue el momento le confesarás tu amor.

-Si, le con- le con...-Sacudió su cabeza abrumado.-Tks, no, no puedo hacerlo.

-¿Quieres al muchacho, que no?

-¡Agh! Más que a mi propia vida.-Se quejó por los repentinos jalones que le hacían al cortar su pelaje.

-Entonces se los dirás. ¡Listo! Quedaste aaah...

-Le cenizo se miró en el espejo notando los moños que adornaban los rizos que le hicieron.-Ridículo.

-No era la palabra que buscaba, tal vez un poco más de arriba.-Señaló Kirishima.

Ya había pasado media hora desde entonces, Bakugo traía puesto una camisa roja y un chaleco negro por arriba, también llevaba un pantalón negro y su infaltable capa roja, ya estaba listo y solo esperaba a que Todoroki lo esté. Iida entró a la habitación, se aclaró la garganta y dijo:

-Amo, el joven aguarda.

Katsuki salió del cuarto y ahí lo vió del otro lado de las escaleras. Shoto vestía una amisa blanca por abajo, arriba de esta tenía puesto un chaleco azul marino que estaba decorado con detalles dorados al igual que sus botas, por la abertura de los brazos lo ajustaba un par de cinturones marrón al igual que el de su cintura y de pantalón traía uno en color crema.

Todo un príncipe.

Bakugo no encontraba las palabras para describir a tan hermoso joven que estaba frente a él, solo se limitó a sonreír sin quitar la vista del muchacho.
Ambos bajaron la escalera imperial hasta encontrarse en el descansillo donde solo quedaba un tramo de la misma. Los dos se vieron sonriendo e hicieron una reverencia, Katsuki posicionó su brazo en señal de que Shoto lo tomará cosa que hizo.

Fabula ancestral.
Sueño hecho verdad.
Belleza y Fealdad juntos hallarán más que una amistad.

El cenizo lo guió hasta una mesa con comida, comieron un poco hasta que un perchero se acercó tocando una melodía con un violín, al bicolor se le ocurrió una idea y se levantó de su lugar yendo hacia el mayor, Shoto tomó sus manos y lo llevó hacia en medio del salón.

Algo allí cambió.
En su corazón.
Una historia ideal.
Mágico final.
Shoto y Bestia son.

-Pensé que te gustaría bailar un poco, Kats.-Junté mi mano derecha con su izquierda, a su mano libre la llevé hacia mi cintura, el me sujetó con delicadeza y yo apoye mi brazo sobre el suyo. Ambos comenzamos una hermosa danza sin dejar de mirarnos.

Siempre será igual.
Siempre sin pensar
Siempre existirá, como la verdad de que el sol saldrá.

Ambos estaban muy nerviosos por el toque del contrario pero ninguno lo demostraba. Katsuki mantenía su gran mano en la cintura del menor, juraba que ésta era tan pequeña que podía cubrirla por completo. Contemplaba al menor que lo miraba con una ligera sonrisa y unos brillantes ojos.

Shoto no sabia muy bien que hacer, nunca había bailado antes un vals, solo se dejó llevar por el momento y por el mayor, cuidaba sus pasos para no pisarlo y arruinar el momento.

Fabula ancestral.
Canto celestial.
Es tan singular, que te hace cambiar lo que estaba mal.

Sus pasos se hicieron más fluidos mientras bailaban, ahora eso ya no importaba, solo importaban ellos en ese momento, sentir la calidez y la paz que le brindaba el otro.

Siempre como el sol.
Surge la ilusión.
Fabula ancestral, música inmortal.
Shoto y Bestia son.

El menor se sentía en completa confianza y comodidad. Sin dejar de bailar, se acurrucó en el pecho del mayor.

Bakugo, por primera vez le mostró una sincera sonrisa a sus amigos. Iida le levantó los pulgares y Kirishima junto sus manos y las agitó alto en señal de victoria. Eijiro dió la señal para que las luces bajaran la intensidad, quedando así bajo la tenue luz de la luna.

Fabula ancestral, música inmortal.
Shoto y Bestia son.

La bella melodía terminó, Bakugo y Todoroki dejaron de bailar se separaron un poco sin soltarse de la mano. Salieron hacia el balcón y se sentaron en el barandal. El cenizo se rascaba la nuca con nerviosismo y el bicolor trató de disimular arreglando su traje.

-Shoto.-Llamó la atención del nombrado y tomó sus manos.-¿eres feliz aquí conmigo?

-Si.-Fue lo único que respondió. Noté como la sonrisa que tenía antes se desvaneció mientras miraba fuera del castillo.

-¿Sucede algo?-Pregunté preocupado.

-Solo...desearía poder ver a mi familia un momento, pienso mucho en ellos.

-Hay una manera.-Ni siquiera lo pensé, no soportaría ver a Shoto triste por mi culpa, aún no sé desde cuando es que desarrollé este sentimiento de amor o esta necesidad de verlo siempre feliz y de protegerlo.

-¿En serio?

-Sígueme.

El Doncel y la Bestia [BAKUTODO]Where stories live. Discover now