Hasta el día de hoy, mi padre me contaba la misma historia. El día que habia conocido a mi madre, aquella mujer que parecía una diosa que habia caído de las estrellas, literalmente. Radiante y llena de luz, quien se habia desplomado en su estancamiento a altas horas de la noche, 2 de la mañana.
Había iluminado la noche como el día, aunque solo fue por un breve momento. Mi padre acudió en su auxilio, le dio alojamiento y se encargó de sus necesidades mientras se recuperaba. Elena habia perdido la memoria, no sabía que habia pasado exactamente, pero a mi padre poco le importó. La acogió y se enamoró de lo que él había jurado, era la mujer más hermosa del mundo jamás visto.
Su relación duró dos años, ambos disfrutando de una vida maravillosa en el cual sus vidas no pudo ser mejor. Y para la alegría de mi padre, yo estaba en camino, donde formaríamos una gran y alegre familia. Nueve meses más tarde, habia nacido, y el mundo se habia regocijado con mi nacimiento. Las vacas dieron el triple de leche, los pavos reales graznaron de más, y los vientos fueron más violentos y serenos ese día. Múltiples casos extraños aparecieron del día de mi nacimiento.
Un día después, todo se vino abajo. Después de un grito desconcertante y negaciones plausibles por parte de mi madre, ella se habia desparecido, así como así, para la sorpresa de mi padre. No hubo rastro de Elena, desconcertando a todo el mundo, aunque para empezar, todo el mundo habia olvidado la existencia de mi madre, pensando que mi padre era aparentemente era viudo.
Dos días después, la revelación de que los dioses existían fue como un balde de agua fría para mi padre, y aparentemente, la mujer hermosa de las estrellas era en realidad una diosa, lo que significaba en consecuencia que era un semi dios. Esto fue explicado por aparentemente el mensajero proporcionado por mi madre, el dios Hermes. Si, ese de la mitología griega. Habia dejado en claro algunos datos importantes para garantizar mi supervivencia hasta que pudiera defenderme adecuadamente, además de proporcionarme algunos ingresos y amuletos de protección para la seguridad de mi padre devastado por el abandono anormal y sin consideración de la diosa que habia amado tanto.
Lo que me lleva a la actualidad, en el techo de mi casa granjera, en cansas, un reencarnando que aparentemente habia transmigrado a un mundo gobernado por dioses griegos. Mi nombre es helios Anderson, hijo de Patrick Anderson, hijo de la diosa desconocida que los habia abandonado a solo un día de mi nacimiento.
Por recomendación del dios de los caminos, ladrones y más potestades habia recomendado a mi padre, feliz mente ubicado en massachusetts mudarse a un lugar más rural, debido a la concentración de monstruos en las ciudades. También estaba en conflicto la naturaleza de mi estado como semi dios, quien habia dicho que era único en su clase, y que necesitaba la mayor prudencia posible. También se nos habia prohibido emprender el vuelo a otro país por seguridad, dejando en claro ese pequeño detalle que nos habia encadenado a los estados unidos por un tiempo indefinido.
Han pasado ya 12 años desde la desaparición de mi madre, lo que no me dio tantos problemas en superar más allá de una semana. Solo me emocionaba el hecho de que era aparentemente un semi dios, y eso significaba que tenía algunos dones especiales que me enfoque en descubrir.
Durante los doce años de mi nueva vida, la aparición de una horrible dislexia y una fuerte interactividad fue como un inconveniente que tuve que domar con toda la fuerza mental que tenía. Ayudaba que en mi antigua vida fuera un gran científico especializado en la química y la física cuántica, describiendo con mi equipo de trabajo las primeras partículas demostrables de los quarks, como la fuerza replicable de la gravedad.
Una buena vida que había llevado hasta la vejes, muriendo con satisfacción a la sorprendente edad de 70 años. Grande habia sido mi sorpresa cuando me habia encontrado con un ser fuera de la realidad que me habia ofrecido una reencarnación. No creía en eso de dios, cielo o infierno, y esperaba dejar de existir o transformarme en otra forma de energía y ser parte del universo en otra forma.
