—Si, perfecto —jugó con sus manos—. Profesor...

Severus giró su cabeza para verla—¿Mhh?

—Es que quería decirle... Más bien, preguntarle algo.

—¿Sobre qué?

—Sobre el día en que me encontró en el bosque —Severus hizo un sonido con la boca asintiendo—, quería saber sí yo... Osea yo... Usted... —Rachel estuvo apunto de preguntarle pero la vergüenza no la dejo.

Severus alzo una de sus cejas mirándola, lucía rara mientras trataba de hablar —Tu, yo, ajá.

La jovencita se calló de golpe, respiro profundo y vio al profesor.

—Que si ya sabe quién me dió la poción —habló.

—Oh, eso —apretó los labios en una sonrisa a medias—. No quería decirte pero encontré a tu amigo —se aclaró la voz—algo infraganti, escondió un frasco y cuando lo revise era exactamente el de tu poción —se quitó de su lado y camino hasta el otro del escritorio para sacar el frasco—. Deberías de cuidar tus amistades.

—No pues ni tengo... —susurró bajo.

El profesor sonrió por lo poco que la escucho—¿Yo no soy tu amigo acaso?

—Si lo es pero no es lo mismo.

—¿Por qué no lo sería?

Se rasca la nuca—Es que usted es mi profesor, no platicamos de las mismas cosas que lo haría con alguien de mi edad, también a usted le debo mucho más respeto que a los demás y —parpsdeo dos veces y sonrió mientras pensaba—usted es una gran persona que ha vivido mucho y yo solo soy una niña que a la cual lo más loco de su vida fue apenas cuando usted me encontró en el bosque.

Severus quería decir algo respecto a eso pero Rachel siguió hablando.

—Es tonto pero simplemente soy un chiquilla que no sabe socializar y quién literalmente tomó una decisión de la se arrepentirá después.

—¿De que hablás? —rodea el escritorio para quedar de frente con ella.

Rachel negó.

—Olvídelo, olvidé todo lo que dije apenas no estaba pensando.

Severus colocó ambas manos a los costados de Rachel y presionó levemente sus brazos.

—¿Por qué quieres que lo haga? —el profesor la miro a los ojos y lentamente bajo su mirada hasta sus labios, relamió los suyos y sintió inmensamente el deseo de poder sentirlos sobre los suyos—Ten confianza en mi, puede que siempre haya sido ese profesor gruñón e idiota que se la pasaba castigando a diestra y siniestra pero desde hace tiempo me di cuenta que no puedo, no contigo.

El profesor la acercó un poco más a el, Rachel sintió como se paraliza y su corazón comenzaba a latir más rápido.

—Soy un hombre horrible lo sé pero... Por segunda vez en mi vida comienzo a sentirme bien y eso es algo que me asusta.

En un impulso Severus la abrazó, fue un abrazo sincero y fuerte de parte de ambos.

—Puedo sentir tu corazón acelerado —le dijo.

Después de un rato se separaron ninguno de los dos dijo nada más por unos segundos, tenían que digerir el abrazo.

Se escucharon ruidos fuera del aula y esa era su campana para alejarse y eso hicieron, cuando los alumnos entraron al salón severus estaba escribiendo algo en la pizarra y Rachel estaba en su lugar.

Sloket entró en el aula y se sentó a un lado de Rachel, Severus le vio por el rabillo del ojo y soltó un pequeño gruñido.

—No te vi el fin de semana —el joven miro a la chica.

—No me di cuenta —dijó sarcásticamente.

Sloket frunció el ceño y giró su vista hacia el profesor quién había comenzado a hablar sin dejar de verlo con un gesto que parecía ser enojo.

—Les daré la calificación de las pociones que hicieron anteriormente —pausa—pero no son antes mencionar algo —caminó lentamente acercándose al joven—. Alguien de esta clase robó una poción y el muy inteligente creyó que esconder la evidencia en el baño sería la mejor opción.

Se detuvo frente al joven fulminandolo con la mirada.

—Les aseguro que ninguno de ustedes sabe cuándo es que odio a los ladrones y aún más si lo que roban son pociones que deberían estar en mi posición —siguio caminando—, yo sé bien quién es el culpable pero me gustaría ver si esa persona es capaz de alzar la mano y decir que el fue quien lo hizo, puedo considerar que el castigo no sea por tanto tiempo y tan feo.

Se escucharon algunos murmullos.

—De lo contrario en esta misma clase yo diré quién fue y le daré su merecida sanción.

Severus regreso al frente de la clase—Entonces... Alza la mano.

Paso un tiempo y aún nadie alzaba la mano, se escuchaban murmullos especulando quien pudo haber sido.

La situación había comenzado a irritar a Severus aunque disfrutaba que aún no alzará la mano porque eso significa que el castigo sería aún mejor.

—En este caso me veré en la obligación de exponer al culpable frente a todos —se aclaro la voz—. Sloket Limus, ¿Podrías ponerte de pie?

Se escuchó un: “Ohh” de parte de casi toda el aula.

Sloket hizo caso y se coloco de pie mientras miraba el suelo.

—No entiendo cómo fuiste capaz de robar la poción pero no fuiste capaz de levantar la mano —trago saliva—pero bueno, algunos lanzan la piedra y esconden la mano.

—Profesor, yo...

—Estoy hablando yo, señor Limus, y le pediré de favor de verme cuando le hablo —vio al joven y después paso su mirada a un lado donde se encontraba Rachel mirándolo, ambos cruzaron sus miradas y Severus puso notar el gesto de preocupación de Rachel: sin duda no es una Slytherin—, irás a detención durante un mes y aparte hablaré con el profesor Dumbludore para que llame a tus padres, tengo que hablar seriamente con ellos.

En la clase nuevamente se escuchó un: “Uhh”.

—Y sobre mi clase, yo le dejaré tareas extras todos los días y deberá entregarlas el mismo día o no las aceptaré.

Rachel le hizo una seña pidiéndole que parará y así lo hizo, soltó un suspiro mientras se sentía un poco aliviado después de tal regaño.

Rachel le hizo una seña pidiéndole que parará y así lo hizo, soltó un suspiro mientras se sentía un poco aliviado después de tal regaño

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Pequeño secreto | Teacher × StudentWhere stories live. Discover now