—Dani, no es cierto. Y aunque intentaras ser su amiga no podrías

—¿Por qué no?

—Porque la cabeza podría olvidarlo, pero el corazón nunca dejaría de sentir el amor que te ata a él

—Yo solo sé que estoy contigo y soy feliz

—Quizás el problema es que no quieres romper conmigo para irte con él porque temes lastimarme

—¿Tú quieres romper conmigo, Kev?

—No. Pero sí tú quieres volver a estar con Thiago, lo entendería y no me molestaría. Al fin y al cabo, el amor es algo incontrolable. No puedes decidir a quién querer y a quién no

Me incorporé y me crucé de piernas para mirarlo a los ojos. Escuchar a Kevin hablar de mí y Thiago me demostraba que era demasiado bueno cómo para estar conmigo. Es el tipo de chico que no es fácil de encontrar y que todos merecen.

—Kevin ahora mismo no me apetece hablar de Thiago porque ni siquiera las cosas entre nosotros están bien. En este momento estoy contigo y no creo que valga la pena de hablar sobre mis amores

—Está bien

Me quité el hielo del pie y me lo envolví con una venda que no apretaba mucho. En este mismo instante, tocaron al timbre y Kevin se levantó a abrir la puerta, ya que yo estaba terminando de alistar mi pie y guardé el hielo.

Jay estaba en el salón y me extrañé al verlo porque hasta dentro de unos meses no tenía nuevos combates ni campeonatos. Supongo que a lo que venía era para darme otro tipo de noticias.

—¿Cómo está tu pie?—me preguntó señándolo

—Bien—le respondí

—¿Puedes caminar bien?—me preguntó y rodeé los ojos

—Por supuesto. Tampoco es que esté coja, puedo caminar bien—le dije con humor y lo ignoró

—Perfecto. Te han invitado a un partido de Los Lakers para que los vayas a ver hoy—me informó y me quedé boquiabierta

—¿Perdona? ¿Me han invitado a mí a ver un partido de Los Lakers?—repetí sin poder procesarlo

—Sí, eso es lo que te dije

Estaba sorprendida. Nunca me imaginé ir a un partido de Básquet como invitada. Realmente ser una boxeadora mundialmente conocida me estaba dando muchas oportunidades que nunca pensé que iba a ser capaz de lograrlas. Cuando Jay salió por la puerta de mi casa empecé a procesarlo y solté un chillido de emoción. Kevin me miraba sonriente y me lancé a sus brazos para abrazarlo.

—Daniela, tengo una pregunta que hacerte—me dijo

—Dime—me separé para escucharlo

—¿Tú sabes cómo funciona el básquet o sus reglas?—me preguntó y negué con la cabeza

—No. Pero fingiremos como que sí sé—le contesté y sonreímos a la vez

Salí un rato a la playa para andar con mi novio. Así podía despejarme un poco y no estar todo el día encerrada en casa. Nos sentamos en la arena y nos quedamos a ver el atardecer. Más tarde, volvimos a mi casa y él se fue a la suya para visitar a sus padres.

Una vez en mi casa, fui a la cocina a buscar a mis padres, pero en la mitad de mi camino me crucé con mi hermano y tenía que preguntarle sobre Thiago. Seguramente él sí lo habría visto porque son mejores amigos desde pequeños.

—¿Gabriel, has visto a Thiago?—le pregunté y me mordí el labio ansiosa por saber una respuesta

—Sí. He pasado el día con él—me respondió y sentí alivio

Corazones en llamas ©Where stories live. Discover now