11

231 29 53
                                    

"Nunca te dejare ir
de nuevo como lo hice"





-¿Algún día se deja de extrañar tu verdadero hogar?- Victoria le dió un sorbo a su taza de te mientras miraba a Marta.

-No corazón, te acostumbras pero siempre está ese sentimiento de nostalgia, de querer volver a tu lugar de origen- la mujer mayor le sonrió levemente y Victoria suspiró.

Ese día había despertado sola ya que no tenía clases, Emiliano se había ido temprano a entrenar doble turno y el clima gris y frío fue el contexto perfecto para que Victoria se sintiera bastante sola así que después mucho pensarlo bajó al departamento de Marta para hacerle compañía.
Vicky tenía ganas de estar con Susana y Alberto, salir a pasear por las playas soleadas de mar del plata o ir a ver las carreras de Alejandro y lo más cercano que tenía en ese momento era la amable señora de 70 años.

-¿Hace cuánto estás acá?- la castaña agarró una masita y se la llevó a la boca arrugando el ceño por el raro sabor, extrañaba hasta las facturas que acostumbraba a comer en Argentina.

-Hace mucho, creo que 30 años- la mujer se rió al verla a Vicky dejar el resto de la masita. -Mi marido había conseguido trabajo acá así que nos vinimos- la chica se quedó en silencio, con ganas de preguntarle dónde estaba el ya que la mujer vivía sola. -Murió hace mucho- Contestó como si le leyera el pensamiento.

-¿Y porque no se volvió a Argentina?-

-Ya tenía mi vida hecha acá y estoy demasiado vieja para viajar-

Ambas se rieron de la pequeña broma. -Yo no podría quedarme aca- murmuró la chica totalmente convencida. -Es más, espero volver cuánto antes-

-¿Segura? No es por menospreciar pero creo que tendrías una mejor vida acá-

-¿Porque?-

-Sos muy bonita y joven, podrías ser modelo, trabajar con grandes marcas de ropa o trabajar en alguna empresa importante, lo que vos quieras, en Argentina es un poco más difícil todo-

-Eso es verdad, Emi me dijo que acá hay más oportunidades- Vicky le dió otro sorbo al te terminando el contenido de la taza. Lo único que podía llegar a gustarle de ese país eran los te que tomaban. -El vino acá para ayudar a sus papás-

-Si, me acuerdo cuando lo conocí, era tan pequeño-

-¿Encerio?-

-Si, la primera vez que me saludó fue cuando aprendió inglés, sin saber que yo era también de allá-

-A mi me cuesta mucho aprender- se quejó de mala gana. -No me gusta nad...- El teléfono de Vicky sonó interrumpiendola así que correteó para buscarlo entre los bolsillos de su abrigo. -Hola Emi ¿Cómo estás?-

-Bien corazón- la chica se sonrojó al ver cómo Marta miraba atentamente todas sus reacciones. -Vicky escúchame, no creo que llegue para comer así que pedite algo-

-Pero...pensé que ibamos a comer juntos-

-Si yo también pero nos extendieron el entrenamiento así que voy a llegar más tarde-

-Bueno...veo que hago de comer- murmuró algo desilucionada.

-Dale, nos vemos en un rato, te quiero-

El corazón de Victoria volvió a latir tan fuerte que pensó que se le iba a salir del cuerpo, era la primera vez que Emiliano le decía te quiero así de la nada y estaba que chillaba de la emoción.

-Uy esa sonrisita- Marta la miró divertida.

-Era Emi, no va a poder venir a comer- la castaña se levantó lista para salir a comprar algo. -Así que voy a ver qué hago para comer-

Solo un poco de tu corazón | Emiliano Martínez |Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora