—¿Por qué? ¿No quería molestarlo?

—No es eso, es que bebo mucho y terminó durmiéndome donde caigo —rio y antes de que pudiera llevarse el vaso de cerveza a los labios, Peter ya se lo había quitado—. Pero...

—Creo que será mejor beba agua entonces.

—¿Cómo dice? Pero solo bebo cuando estoy triste y no lo estoy ahora. 

—Igual. Creo que hay agua en una de esas jarras —. Le pidió a una señora a su lado que se la alcanzara, se terminó la cerveza en el vaso por su cuenta y le sirvió agua—. Aquí tiene.

—Usted es muy mandón me parece, primero me obliga a descansar y estar en la cama y ahora ni siquiera me dejará tomar cerveza. Es peor que tener una esposa.

Peter se rio sin poder evitarlo y se llevó un trozo de pan a la boca observándolo beber el agua.

—Pero bien que usted me está haciendo caso —bromeó y Roland lo miró de reojo mientras bebía y puso sus ojos en blanco, haciéndolo reír.

—Solo porque debo compensar su amabilidad de alguna forma, pero no crea que podrá controlarme por siempre. 

—Seguro que no, pero está herido y debe cuidarse.

Recuperó la cuchara para comer otro poco de avena y se la entregó a Roland para que él hiciera lo mismo.

—¿Tenía trabajo en la ciudad? —curioseó, aprovechando el momento para conocerse un poco más.

Roland se relamió los labios, terminando de tragar antes de responder y Peter le prestó su servilleta para que se limpiara. Normalmente, nunca compartiría su servilleta en la mesa, pero sentía que podía ser un poco flexible con sus modales dada la situación y confiaba en Roland, incluso si apenas se conocían.

—¿Trabajo? Uhm...Sí —. En la prostitución, pero no podía nombrar eso—. En una fábrica.

Lo cual no era del todo mentira, había conseguido ese trabajo, pero se había presentado tres veces antes de dejar de asistir, así que técnicamente lo había perdido sin siquiera haber empezado. 

—¿Y usted?

Peter lo miró de reojo y se tensó.

—Uhm...Sí —mintió y eso fue todo lo que dijo antes de seguir comiendo.

Roland se inclinó un poco, apretándose el costado y buscó su mirada.

—¿Sí...y? ¿Qué hacía?

—¿Uhm? Oh, eso...—. Hizo tiempo masticando un trozo de pan y se alzó de hombros—. Trabajaba en un campo de maíz.

Roland entrecerró los ojos sobre él y reprimió una sonrisa, al inclinarse un poco más cerca y susurrar.

—Mentir es de mala educación, señor Eades.

Peter giró su rostro para enfrentarlo, con unos centímetros separándolos mientras Roland se inclinaba hacia él y frunció el ceño.

—No estoy mintiendo. ¿Por qué cree que sí?

Tomó la muñeca de Peter sobre la mesa y giró su mano para que su palma enfrentara hacia ellos.

—Estas no son las manos de un hombre que trabaja en el campo y no está bronceado tampoco, así que, con todo respeto, usted no ha tocado una pala en su vida.

Se rio, más por los nervios que otra cosa y liberó su muñeca de su agarre para volver a comer.

—Vale...Es cierto, no trabajaba, solo estudiaba.

Vidas Cruzadas El ciclo. #4 EN DESARROLLO +18. BORRADORWhere stories live. Discover now