SATOSUGU: ¡Satoru! Sashine ♥

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FanArt @to_0fu en Pinterest♥  

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Existían días en específico en los que la tristeza de Satoru Gojo se apoderaba de todo su ser y le aplastaba las ganas de vivir. Los recuerdos que invadían su adolorida memoria normalmente tenían que ver con Suguru Geto, su gran debilidad y su mejor amigo... el único que había tenido.

Ya habían pasado unos años desde que vio a Geto por última vez. En aquel momento que se separaron, él era un adolescente de 16 años. Ahora era un adulto y aunque el tiempo transcurría, los sentimientos que tenía hacia su mejor amigo no habían cambiado.

Suguru... ¿Dónde estaría? ¿Qué estaría haciendo? ¿Lo odiaba? ¿Pensaba en él alguna vez? Se hacía este tipo de preguntas mientras caminaba a un antiguo templo que estaba en ruinas. Ese lugar abandonado le traía recuerdos, porque en aquellos años, Geto y él lo usaban para hacer de las suyas.

Al comienzo de todo, cuando descubrieron ese sitio, lo tenían como especie de una base secreta: practicaban sus técnicas, hacían combates entre ellos, jugaban a cualquier cosa... lo normal entre dos jóvenes adolescentes. Pero luego se calmaron un poco: se ocultaban entre los arbustos, conversaban por horas o se quedaban en silencio viendo el cielo. La primera vez que se besaron fue entre las ruinas del templo... estar ahí de nuevo le rompía el alma a Satoru, pero el dolor de los recuerdos le decían que alguna vez había vivido, que había sido feliz.

Geto solo le dolía cuando pensaba en él. Su vida era un infierno solo cuando recordaba que se habían separado... el problema era que se acordaba todos los días, a cada momento. No importaba cuantos años habían pasado.

Acostado en la maleza pensaba que no quería regresar todavía a la escuela de hechicería. La vida le dolía mucho.

—Satoru, ¡Cuánto tiempo!

Escuchar esa voz fue como si una lanza le atravesaba el pecho. ¿Era él? volteó lentamente.

—¿Y tus lentes? ¿Ahora te cubres los ojos con una venda?

Sí, era Geto. No eran alucinaciones. Qué bueno que siempre tenía el infinito activado, esto podía ser una trampa... aunque estaba solo aparentemente.

—¿Qué pasa? ¿No me vas a saludar? —dijo Suguru en tono burlón.

—No pensé verte aquí.

—A veces vengo.

Silencio. Lo único que escuchaba Gojo era su propio corazón. Geto... no había cambiado tanto.

—Este lugar me trae recuerdos—continuó Suguru con una sonrisa.

¿Se estaba burlando? ¿Qué clase de recuerdos serían? Geto no sentía lo mismo por él. Eso estaba claro. Sin embargo, en el fondo quería creer que sí. Vivieron infinidades de cosas maravillosas cuando estuvieron juntos, tenía que ser imposible que solo él las considerara especiales...

—¿Por qué estás aquí? —Preguntó Gojo.

—¿No te dije? A veces vengo—caminó hasta llegar a su lado y se tumbó junto a él—este sitio me recuerda a ti, Satoru.

Ambos se vieron por un instante. Geto llevaba el cabello más largo, seguía usando perforaciones, se veía más corpulento, más serio. Bueno, ahora que lo veía mejor, sí que había cambiado un poco. Gojo sentía chiquito el corazón.

—A veces te echo de menos, Satoru.

—¿A veces? —Repitió Gojo incrédulo.

—No soy un monstruo sin corazón.

Claro que no lo era, eso lo sabía muy bien... el Geto que él conocía tenía un corazón enorme...

La poca luz que quedaba de sol ya no era suficiente para iluminar el ambiente, pero si para resaltar el perfil de las facciones de Geto. Hay cosas en la vida que no cambian... seguía siendo hermoso y él lo seguía queriendo.

—Satoru... ¿alguna vez me amaste? —preguntó en un susurro.

Con las dos manos, Gojo cogió las de Geto y las besó delicadamente.

—Claro que sí—le respondió. En ese momento no le importó si aquello era una trampa y lo mataban ahí mismo.

Suguru entendió que Gojo había desactivado el infinito y sin pensarlo mucho unió sus labios a los de él. Todos los años que habían estado separados no podrían remediarlos con ningún beso, eso estaba claro, sobretodo el vacío que tenía Gojo en el pecho, eso era incurable.

Se abrazaron fuerte, volvieron a besarse con ternura... la vida era muy injusta... sus ideales los habían separado, pero ellos se amaban mucho.

—Tengo que irme, Satoru.

Para Gojo, Geto significaba más que un mejor amigo. Era su primer y único amor.

—Siempre te estaré esperando, Suguru. 

*FIN*

JUJUTSU KAISEN ♥ ONE SHOTS VARIADOS ♥ TODOS LOS SHIPSWhere stories live. Discover now