Villain [Kacchako]

17.

Ignorando lo mejor que puede el molesto pitido, Bakugo continúa tratando de recordar.

Quería saber más acerca de cómo se sentía tener más amigos cerca, quería saber cómo sentirse acogido.

Puede que tuviera a Kuro, era un buen amigo y agradecía haber estado con él durante todo ese tiempo. Aunque por supuesto nunca se lo dirías.

Pero a pesar de ello, no podías evitar pensar que ambos hablan entre ellos solamente porque no tenía a nadie más.

Su mirada fue a parar al medio albino medio pelirrojo. Se fija que en su ficha oraba " Padre: Enji Todoroki.  Madre: Rei Todoroki".

¿ Él tenía padres?

En uno de sus recuerdos estaban él y todos sus compañeros en lo que parecía un enorme edificio de convivencia.

Eso significaba que vivían todos juntos en ese lugar. Pero no significaba que no tuviera padres.

Suelta un gruñido exasperado, en verdad parecía un niño pequeño tratando de encontrar un poco de afecto.

Sin embargo, necesitaba saberlo, no sabía porqué pero sentía que era una cosa más del rompecabezas.

¿ Dónde vivía el antes a demás de en los dormitorios?

Cierra los ojos y se concentra, tratando de recordar, el pitido es cada vez más fuerte pero no puede dejar que el dolor le hiciera eso.

Como un flash cuando se toma una foto, una imagen seguida de otra aparecen en su cabeza: el edificio de la UA y una casa que dedujo que sería la suya.

Miró la hora, 20:30 p.m. ¿ Cuanto podría tardar hasta allí a toda velocidad?¿ Una hora?

Cómo tarde debería llegar a las doce, tenía tiempo.

Sube a su habitación y toma un abrigo negro junto con los guantes de su traje para calentarse las manos y sale por la puerta.

Se eleva en el cielo emprendiendo el vuelo hacia el sureste a toda velocidad.

Ya veía a lo lejos los pequeños puntos de luces de la ciudad y, a lo alto de esta, el enorme campus de la academia UA.

Decide volar un poco más bajo por si acaso está tuviera medidas contra quirks aéreos o cualquier mierda relacionada con ello.

En cuanto estuvo lo suficientemente cerca, decide parar en uno de los edificios más cercanos de las afueras.

Se queda mirando la enorme cantidad de edificios y casas que hay. La playa se veía desde ahí y la luna se reflejaba en las olas.

No sabía por dónde empezar a buscar.

En verdad esperaba poder llegar y que algún recuerdo lo golpeara como usualmente pasaba con sus excompañeros.

Pero nada.

Suelta un largo gruñido exasperado mientras vuelve a recorrer la ciudad con la mirada.

Su mirada se paró en un punto donde había una tenue luz que iluminaba varias lápidas.

Un cementerio, seguramente el de la ciudad.

¿ Estaría ahí su supuesto cuerpo?

Decide desviarse levemente de su objetivo y se dirige hacia allá.

Aterriza ante la puerta y pasa andando por todas las lápidas buscando el apellido Bakugo.

¿ Él donde había querido que lo enterraran?

Sigue buscando hasta que encuentra una lápida con muchos regalos a su alrededor, frunce más el ceño y se acerca.

Varios peluches pequeños con traje, pelo ceniza puntiagudo y el ceño fruncido estaban alrededor junto a varias cajas, mascaras, trajes y globos junto a carteles que rezaban " gracias Dynamight" estaban a su alrededor.

Al llegar frente a esta, pudo divisar su nombre.

Todos esos obsequios eran para él. Se muerde el labio inferior. No, eran para el héroe que una vez llegó a ser.

- ¿ Katsuki?

Una voz femenina y temblorosa diferente a la de la Cara redonda le hizo girar levemente hasta encontrarse a un hombre de pelo castaño pero igual de desordenado que el suyo junto con unos lentes. La mujer de su derecha era prácticamente él pero en mujer.

Ambos lo miraban con sorpresa, pero no con estupefacción y los ojos de estos estaban cristalizados.

Una serie de imágenes pasan a toda velocidad por su mente como una película rápida.

Él de bebé, pequeño y adolescentes junto con ellos dos en una amplia casa, en el parque de atracciones, en las clases de batería..

Ellos eran sus padres.

Los ojos comienzan a escocerle y le tiembla la barbilla, por lo que la tensa pero aún así el movimiento continúa.

Mitsuki es la primera en moverse. Se acerca a él a paso apresurado y lo toma de las mejillas y las acaricia.

Bakugo se agacha levemente y ella le besa la frente con cariño. El cenizo esconde su cabeza en el cuello de esta como cuando era un niño pequeño y cierra los ojos con fuerza.

Masaru se acerca y le acaricia el cabello, revolviéndoselo más. Nadie dice nada, disfrutando de la compañía y el silencio.

- Kats...-

Un extraño ruido alerta a Bakugo, quién con un rápido movimiento toma a sus padres de la cintura tomándolos a ambos por sorpresa.

Se parta con ellos y los deja a un lado con cuidado girándose a tiempo para ver como una enorme bestia negra embiste con fuerza desde el cielo en donde antes estaban ellos tres.

De todo el polvo amontonado, un High-End se alza frente a los Bakugo.

Poseía un enorme cuerpo corpulento y cabeza alargada. La columna vertebral sobresalía por su espalda como si las vértebras fueran pequeñas dagas pero afiladas. Sus ojos estaban ensangrentados mientras que su boca parecía una especie de mueca sádica con dientes afilados como cuchillos.

Sus brazos poseían membranas que se le pegan a las costillas, al parecer el bicho podía volar.

Katsuki lo recordó enseguida, era uno de los monstruos que se encontró en aquella sala cuando el maestro les encargó la misión.

Aprieta los dientes con furia mientras se pone en guardia, ¿ qué hacía ahí ese engendro deforme?

Para su sorpresa, el nomu abre la boca y le habla con voz rasposa y metálica como el sonido de un cuchillo al afilarse.

- Esto no es parte de tu misión Ground Zero.

La mueca de su asqueroso rostro no desaparecía y eso comenzaba a cabrear a Katsuki.

- Yo sé qué coño es lo que tengo que hacer, engendro mal parido - responde este comenzando a calentar sus palmas.