𝟎𝟗

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Neuvillette no esperaba que la decisión de una "oportunidad" tuviera tantas interpretaciones y además, efectos secundarios.

Lo primero fue el tener que darse el tiempo de conocer al pelinegro, no es que no le interesara, pero a veces sentía que su cerebro iba a colapsar, que su cabeza se desprendería de su cuello. A veces, su sola compañía le hacía sentir inquieto.

Furina no tardó demasiado en notar aquel cambio en su ánimo e incluso su actitud, aquella tarde podía sentir como ella moría por llenarlo de preguntas.

Después de todo, ella es una persona curiosa e inquieta, pero eso no significaba que fuese alguien fácil de leer, de hecho, su actitud inquieta y extravagante normalmente ocultaba cualquier rastro de sus verdaderos pensamientos, de cierta manera, trabajar en la ópera le iba como anillo al dedo.

- Es un lindo día hoy ¿no? - Dijo la chica, mientras pasaba uno de sus brazos por los hombros de su amigo.

- Sí, aunque hay demasiado sol, no me agrada.

Sus delgados dedos fueron hasta el brazo de su amiga, intentando recuperar su espacio personal, esto en vano, Furina se esforzaba en quedarse cerca, tenía una vaga idea de lo que estaba intentando, por lo que, mantuvo su atención en la serie que ambos estuvieron viendo un largo rato.

- Furina, si quieres preguntar algo hazlo ahora, no esperes que se me agote la paciencia para hacerlo.

- Creo que estás un poco tenso Neuvillette - Un apretón llegó a su hombro, dando un suave masaje - Últimamente te he visto muy malhumorado y nervioso, ¿se debe a algo en especial? ¿O alguien?

- Estás delirando, no hay nada.

Silencio, fue lo único que existió entre ellos luego de terminar de hablar.

Claro, si no fuera por el timbre de su hogar sonando insistentemente.

La tensión creció nuevamente, extendiéndose por sus hombros y cuello, sabía perfectamente quién tocaría su timbre de aquella manera, además de ir a visitarlo sin previo aviso.

Fue inevitable pensar que tenía parte de la culpa, desde que empezó a tener más tiempo con Wriothesley, este no tardó en demostrar la confianza que había adquirido con él, las visitas a su casa se hicieron cada vez más frecuentes desde su conversación.

Tanto, que habían llegado a un tipo de acuerdo silencioso, Neuvillette había comenzado a enviar mensajes al pelinegro cada vez que no estaría en su casa, esto debido a algunos inconvenientes en sus reuniones, no fue agradable para el más alto llegar a aquella casa y que nadie abriera la puerta.

Ciertamente no tenía que explicarse nombrando todo lo que haría en el día con su amiga, simplemente, pudo ahorrarse algún tipo de conversación incómoda.

Antes de poder reaccionar, la chica de baja estatura había saltado por sobre el sofá, gritando con voz chillona y, alargando el final de las frases que ella abriría la puerta.

Neuvillette estaba cansado, no como años anteriores, no estaba deseando la muerte ni nada por el estilo.

Simplemente, se sentía extraño.

Casi tres semanas habían transcurrido desde la charla con el más alto, ciertamente, algo que compartía en común con su amiga, era aquella aura un tanto irritante.

Él amaba su tranquilidad, tanto Wriothesley como Furina eran expertos en quebrar aquella tranquilidad, ambos de distintas maneras.

Se levantó lentamente del sofá mientras pausaba por quinta vez la serie que ambos intentaban ver, 'American Horror Story' simplemente un buen programa, pero complicado de seguir con alguien como Furina, quién planteaba sus teorías con una energía desbordante.

phantom ✧ wriolletteWhere stories live. Discover now