𝟎𝟒

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Neuvillette movía su pie en un ligero temblor, había evitado dirigir la mirada al hombre a su lado, diría que se encontraba un poco nervioso.

Recordaba perfectamente el día en que asistió al juicio de Wriothesley, si bien en aquel momento aún era un estudiante, el alocado pensamiento de venganza pasó por su cabeza, aquello era estúpido, él no tuvo relación alguna en su caso, incluso dudaba que en algún momento lo hubiera visto. Intentando apartar esos pensamientos y nerviosismo, no se dejó flaquear, su mirada nuevamente se elevó hasta el hombre a su lado, para su sorpresa, este llevaba un buen rato observándolo en silencio.

Wriothesley se dio el lujo, un tanto perturbador, de observar al ahora conocido Neuvillette, este poseía una presencia impecable, podía sentir el denominado olor a limpio entrando en sus fosas nasales, esperaba algo como, olor a jabón o incluso alguna loción con exceso de alcohol, pero para su sorpresa, era un olor floral que no lograba reconocer, inclusive la larga cabellera tomada en una coleta se veía bien cuidada, sus dedos picaban por averiguar si se sentía tan suave como se veía.

— ¿Puedo preguntar qué fue lo que te trajo a este lugar? Antes de hablarte te veías bastante pensativo, habré arruinado tu momento.

Un negativo meneo de la cabeza ajena se hizo presente, mientras sus manos se movían, indicando que estaba equivocado.

— Para nada, si estaba pensando, pero no interrumpiste nada importante — manteniendo su atención en el color de los ojos ajenos habló — ciertamente hoy fue un día intenso, desde que me encontré contigo en la madrugada hasta ahora, que casualmente, nuevamente estás aquí.

— Fue una completa casualidad, espero me creas, aun así... no puedo evitar decir que te ves algo inquieto, tal vez preocupado.

El silencio se hizo presente por ambas partes, no sabían si estarían haciendo lo correcto; uno al estar a punto de abrirse con una persona que solo conocía su nombre y pasado y otro por lanzar aquel comentario sin pensarlo dos veces.

— Ciertamente... algo me preocupa — hubo un vacío en la continuidad de su frase, parecía pensarlo demasiado — es decir, no sé exactamente cómo decir esto, mi familia me pensaba muerto en algún lugar del mundo, todo por algunas decisiones inmaduras de hace algunos años y yo... — la mirada afilada estuvo durante mucho tiempo en sus delgados dedos.

Aún se sentía intimidado al contar cosas tan personales, esto incluía sus pensamientos y verdades sentimientos, ahora, no estaba seguro de seguir, no conocía bien a Wriothesley, incluso todo podría ser una trampa, todo esto ni siquiera podía hablarlo con Furina.

¿Por qué lo haría con él? Un completo desconocido.

Su mente le estaba jugando una mala pasada en tan poco tiempo y en lugar equivocado. De un momento a otro, todo su ser se sintió a la defensiva, casi como un animal al estar a punto de ser atacado, estaba actuando y pensando como un mocoso.

— Hey ¿estás bien? Creo que estás un poco rígido — antes de proseguir, la voz ajena lo interrumpió, seguido del su figura poniéndose de pie.

— Yo no debería estar hablando de esto contigo, sé lo que hiciste y no tengo idea de por qué te encuentras libre — la mirada de reojo dada al hombre aún sentado pareció darle cosquillas en su cuerpo.

Se veía distinta a la de hace un rato, incluso la mandíbula completamente tensa, lo hacía sentir confusión, esto acompañado de las palabras que salían de su boca.

¿Cómo era capaz de conocer su pasado? Él no se sentía culpable, no lo era, pero algo en su voz, lo hizo soltar lo que parecía una risa, casi en un hilo de voz.

— Cómo sabes tú sobre eso — la frase pareció salir casi imperceptible.

— Estuve ahí, en tu juicio, no como alguien importante, pero estuve y no sé qué querrás de mí, así que solo, aléjate y yo haré lo mismo — seguido, sus pies comenzaron a huir del confundido pelinegro.

Mientras este, dudaba si seguirlo, ¿ganaba algo intentando explicarse? Pudo ver el prejuicio en su indiferente mirada, hace demasiado tiempo que no se sentía así, por esto mismo, evitaba hablar de lo que alguna vez fue su vida.

Todo seguía igual incluso cuando la alta figura dejó de estar en su campo visual, las luces seguían brillando con intensidad, los pájaros seguían cantando y las personas seguían hablando, lo único que había cambiado era la presencia del sol, tan solo una media luna en el cielo y vestigios de la luz del día.

Aunque fuera detrás de él, no podría hacer nada.

¿Qué le diría? Él estaba en lo cierto de alguna manera, intentó asesinar a alguien, aunque no fuera lo que él quería, casi lo fue.

Sus grandes manos pasaron por su rostro, un bufido escapó de entre sus labios, llevaba demasiado tiempo sin conocer gente nueva, e incluso sin querer, era su tío quien seguía frenando su vida. No defenderse era casi lo mismo a aceptar la culpa, él sabía lo que debía decir, pero Neuvillette, parecía otra persona, no lo conocía, pero pudo sentir aquel cambio, la tranquilidad en su esencia ya no estaba, ni la agradable sensación en su mirada.

Rápidamente, sus pies siguieron el camino que había tomado el peliblanco, tal vez aún podría alcanzarlo, es decir, Neuvillette era alguien bastante reconocible, y podía recordar vagamente la zona donde se separaron aquel día en la mañana, lamentó no haberlo acompañado hasta la puerta de su casa, su búsqueda sería mucho más sencilla.

phantom ✧ wriolletteWhere stories live. Discover now