Felices 19 Lix

capítulo 19

Hyunjin se inclinó sobre los brazos de Félix, sus labios rozando la piel con una delicadeza que enviaba escalofríos por todo el cuerpo del menor. El aire estaba cargado de tensión, y Félix apenas podía respirar mientras Hyunjin continuaba su lento y apasionado recorrido.

El menor sabía que su hermano mayor era posesivo, pero esto era diferente. Había algo más en la forma en que Hyunjin lo miraba, algo que iba más allá de la simple relación hermano mayor y hermano menor.

El menor, Félix, conocía bien la naturaleza posesiva de su hermano mayor, Hyunjin. Sin embargo, en ocasiones, la intensidad de esa posesión lograba sorprenderlo. Aquella tarde, mientras estaban en el auto, Hyunjin desabrochó su cinturón con una elegancia magnética. El chico menor, observando desde el asiento contiguo, quedó hipnotizado por la destreza de sus movimientos. Hyunjin tomó el cinturón y, con una firmeza inesperada, inmovilizó las manos de Félix. El espacio reducido del vehículo se volvió un escenario de tensión. Hyunjin se sentó sobre el pecho del menor mientras sacaba su miembro totalmente expuesto , los ojos de Félix se abrieron de par en par.

Hyunjin, con sus dedos ágiles y ojos entrecerrados, acariciaba aquel miembro con una destreza que rozaba lo prohibido. El aire en el pequeño cuarto se volvía denso, cargado de electricidad y deseo. Félix, recostado contra la puerta, no podía apartar la mirada. Sus pensamientos, antes inocentes, se volvían obscenos, como si Hyunjin hubiera desbloqueado una puerta secreta en su mente.

-Ugh.. Carajo, si. -Decía el mayor mientras básicamente jalaba su polla en la cara de su pequeño Lix. -¿Te gusta? Puedo ponerla en un plato para ti y dártela de comer si es que así gustas. -Dijo el mayor con palabras morbosas mientras se masturbaba, su glande chocaba y rozaba continuamente en la boca del menor. -N.. no digas esas cosas, hermano.. -Dijo el menor dando pequeñas y pausadas lamidas al miembro que chocaba con constancia en sus labios.

-Ah.. sí, uff.. -Gemía el mayor mientras hacía su trabajo.

Hyunjin aceleró los movimientos de sus manos, llevando a Félix al borde de la desesperación cuando se acercó a el para enredar sus lenguas desesperadamente en un beso caliente que hizo derretir de placer el corazón de Lix. El interior del auto se llenó de tensión y anticipación. Félix, con los ojos cerrados, esperaba lo inevitable. El aire estaba cargado de electricidad, y cada roce de piel parecía un fuego que amenazaba con consumirlos.

Hyunjin arqueó la cabeza hacia atrás, su cabello oscuro cayendo en mechones desordenados sobre su frente. Gotas de sudor se deslizaban por su piel, delineando los músculos de sus brazos y espalda bajo esa camisa blanca. El calor en el interior del vehículo era sofocante, pero ninguno de los dos se atrevía a detenerse.

Félix apenas podía respirar. Sus labios se entreabrieron, y su aliento se mezcló con el de Hyunjin. Cada centímetro de su piel estaba en llamas, y su mente estaba completamente desconectada de esta realidad.

Hyunjin sacó su lengua de la boca del menor dejando un hilo de saliva, mantuvo su dedo en el mentón del rubio y colocó la punta de su pene en dirección a la cavidad del contrario. Hyunjin aceleró más y más sus estimulaciones, como consecuencia pudo liberar su espesa esencia en la boca de su lindo hermano.

-¡Ugh.. sí! -dijo el rubio entre gimoteos.

-Mi especia amarga y caliente, te la daré toda.. solo para tí.

-¿Si? -Dijo el rubio mientras daba lamidas y chupetones pequeños en el pene del contrario.

-Claro, ya que parece.. que te encanta tanto mi sabor. -Dijo Hyunjin tomando por las mejillas al menor.

Hyunjin, con sus dedos entrelazados en los nudos de las manos del menor, las alzó por encima de la cabellera rubia. El pelinegro, con una fuerza que sorprendió a Félix, lo elevó en sus brazos. La otra mano de Hyunjin se deslizó por la curva de una de las piernas de Félix, invitándolo a montarse sobre él. El aire vibraba con una tensión eléctrica mientras sus cuerpos se acercaban, y el mundo se redujo a ese momento suspendido en el tiempo. Félix, con el corazón latiendo desbocado, se aferró a Hyunjin.

-Eres.. tan, tan lindo Lix..

¡¡Aquí la autora!! Perdón por el hiatus pero es que necesitana tiempo para reconstruir mis ideas sobre esta obra. Espero disfruten de este capítulo.