Capítulo Uno: El Inicio.

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La casa de Liam siempre ha sido mi refugio, el escape de mi vida

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La casa de Liam siempre ha sido mi refugio, el escape de mi vida. Su hermoso jardin, que es tan extendido en gran de los terrenos; sin duda su padre los ha dejado muy bien equipados, la riqueza de los Castell y la buena administración de su viuda la señora Gretta Collins, esta mujer ha hecho que tal herencia y riqueza crezca de manera formidable. Los negocios marchaban a la perfección, tanto que consiguió la forma de llegar a un nuevo campo: la gastronomía. Llegó a realizar una gran inversión con el fin de arriesgarse y tal vez crecer mucho más sus chequeras; está contactó con el dueño de un restaurante italiano, mismo hombre famoso que se convirtió en su esposo.

Cuando los negocios, y el amor marchaban a la perfección, la señora Collins y el señor Ranieri anunciaban el compromiso, un impacto grande en la farándula, dos importantes personajes se casaban y sería celebrado hasta las nubes. Dos viudos, ambos habían perdido a sus parejas siendo aún jóvenes y quedando ambos con un fruto de ese amor, ambos tenían hijos varones, nada que impidiera que unieran sus vidas al final de su último respiro.

Recuerdo que en ese entonces ambos chicos tenían diecisiete años, yo tan solo era un año menor y aún así ya era de esa familia más que cualquier desconocido, yo llevaba tres años de relación, ese noviazgo que llevaba con Liam era todo color rosa, pero nunca se puede tener un final feliz, siempre ocurre algo y hay un después.

Pero en ese momento exacto, todo era realmente bello, lo único que se interponía en los dos era la universidad y las carreras que queríamos para nuestros días futuros. Él estaba más que claro, siempre supo que debía continuar con los negocios de su padre, negocios que su madre lideró y que en algún instante le tocaría a él tomar el lugar que siempre le ha pertenecido.

Pero nunca supe que él quería manejar y crear mi futuro a su manera sin pensar en mi, o en lo que quería. Quería que me convirtiera en abogada, según para así contribuir en sus empresas de manera legal; solo sonreí, todavía nos faltaba un año para en la escuela por lo que pensé que al llegar el tiempo cambiaría de opinión y que así podía manejar otra vez mi vida, nunca he sido de dejarme manejar creo que mis padres influyeron demasiado en qué de mi vida me tengo que encargar yo, no un hombre machista que quiera revisar cada uno de mis pasos.

Pensé mal, todo se complicó. Liam comenzó a entrar en discusiones constantes con Tyler, tal vez la idea de que fuera su hermanastro no era muy buena; por lo que me molestaba, la violencia nunca ha sido algo que me encante y comencé a defender al chico nuevo de la familia, él solo trataba de encajar en la vida que su padre había escogido con el profundo amor, tanto era, que se le hacía difícil mostrarle una mala cara a su padre y mucho menos a Gretta, que aunque él quisiera encontrarle defectos no los había, ella no era la típica madrastra malvada de los cuentos.

Desde entonces comencé a una que otra vez tropezar mis pasos en los jardines con ese chico, era atractivo y en esos jardines se veía demasiado precioso. Siendo sincera no sé si nos encontramos todas esas veces de forma casual, o intencionalmente. Él sabía que era mi lugar favorito de la casa, y yo sabía que él se colocaba en una esquina a observar me con el brillo de sus ojos cafés radiante por la luz del atardecer, era hermoso verlo también.

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