Por eso aprovechaba el tiempo para abrazarla y acurrucarse en su pecho, sentir su perfume y los mimos sobre su cabello, los besos en todo su rostro, esa sensación liberadora que le dejaba luego de hacer el amor con ella, y lo lindo que se veían los chupetones en su cuello.

Hacia un tiempo, Chaeyoung había decidido darle un regalo especial a Jisoo.

A escondidas, y durante varias semanas, había preparado un cuaderno bastante más grande que el anterior, lo había decorado con fotos de ambas, stickers, y un par de imágenes sacadas de Pinterest para hacerlo todo bonito y estético.

Jisoo había insistido en tirarlo a la basura, aunque le había explicado que lo había guardado por los recuerdos, porque allí estaban escritos todo lo que no quería olvidar de sus primeros días.

—Era con un fin muy feo, y las dos sabemos eso, pero... si veo la parte positiva, son nuestros primeros días juntas.

»Pero sigue sin ser muy lindo, y ya nos causó muchos problemas, debí tirarlo a la basura mucho antes, en cuanto decidí cambiar el proyecto.

—No, está bien —Chaeyoung la detuvo antes de llegar al cesto de basura—. Tiene cosas lindas allí, Jisoo, y... ya pasó.

Había tenido que insistir un poco más, pero lo habían conservado.

Transcribió los recuerdos del cuaderno de Jisoo al nuevo, algo cambiados, para hacerlo personal y tierno, para que sean bonitos.

Obvió un par de cosas, escribió sólo lo que se sentía cómoda, y los mensajes bonitos que Jisoo había escrito fueron fotocopiados y pegados en el cuaderno nuevo, así se podían ver como sus originales, con la letra de la mayor.

"Son tan cursis que me dan asco" dijo Roseanne.

"Tu café de mierda da asco" dijo Chaeyoung, ofendida por su largo trabajo.

"Pero ustedes me dan ganas de vomitar".

Ignoró los comentarios de mierda de su protectora, ella estaba algo incómoda por ser una mujer heterosexual y tener que convivir con la novia de la anfitriona.

Finalmente, cuando terminó de llenar las primeras páginas, aún quedaban unas cuantas en blanco, pero ya no tenía más que escribir, así que se lo entregó a Jisoo, con una sonrisa tímida.

—E-Es un regalo... sé que no estamos cerca de festejar nada, pero... es un regalo de novias —dijo, con algo de vergüenza.

Jisoo vió las primeras páginas, sonriendo ampliamente, lo cerró un momento para abrazarla, y besarla con cariño y emoción.

—Chaeng es precioso... no tengo nada para regalarte.

—No importa, te debo mucho, Jisoo.

—No me debes nada, tonta, soy tu novia, no tu prestamista.

Lo leyó todo, con Chaeyoung a su lado, en las camas unidas que compartían, hasta que llegó a las páginas en blanco.

—Esas son... para seguir completando en el futuro —dijo Chaeyoung, bajo, y era la primera vez que afirmaba en voz alta, que habría un futuro juntas—. Me encantaría completarlas contigo —sus ojos la miraron llenos de brillos.

Jisoo sonrió ampliamente, y tomó sus mejillas para besarla, de nuevo, estaba más que orgullosa.

—Lo seguiremos las dos juntas, Chaeng.

Luego de aquello, Jisoo estaba más que segura que tenía que tirar el cuaderno, y Chaeyoung la dejó, porque ahora tenían algo muchísimo más bonito, y con los mismos recuerdos en él.

The alters | chaesooWhere stories live. Discover now