― ¿Qué es esto, Jungkook?
― Una carta de divorcio. Lo siento, Namjoon, pero ya no te amo.
[🚨¡¡𝐈𝐌𝐏𝐎𝐑𝐓𝐀𝐍𝐓𝐄!!🚨]
⭒❃.▹ Autor (a) original: @Hobibuba
⭒❃.▹ Portada: @Gummipink
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⭒❃.▹ Extensión: Prólogo + 10 capítul...
Por esos ocho años que estuvieron juntos, como novios, casados, compartiendo días, semanas, meses; compartiendo sueños y anhelos; compartiendo risas y gritos y llantos.
Por esos trece años que llevaban desde que se conocieron.
Y Jungkook estaba poniendo de su parte, eso lo podía jurar por su vida, porque su marido lo estaba yendo a buscar todos los días, le preguntaba cómo le había ido, desayunaban y cenaban juntos, conversaban y no permitían que el silencio entre ellos se instalara. ¡Incluso salieron dos veces el fin de semana pasado! No sólo fueron al cine y luego a cenar, sino que el domingo decidieron ir al zoológico a ver un show de pingüinos recién inaugurado, y si bien no se besaron, hubo un breve momento en el que ambos se quedaron observando en silencio, a punto de fundirse en un beso. Sin embargo, terminaron desviando la vista, avergonzados, como dos adolescentes tontos en su primera cita.
Namjoon podía sentir que el amor estaba volviendo, ¿por qué el resto no lo podía apoyar un poco más?
―Yoongi, por favor, eres mi amigo y aprecio tu opinión, pero te pido que en esto no te metas ―le pidió amablemente Namjoon con tono triste―. Si no resulta, entonces está bien, al menos lo intenté. Pero si llegara a resultar, entonces... ¿no habrá valido todo esto la pena?
Yoongi desvió la vista, apenado, negando con la cabeza y terminó por suspirar.
―Sólo no quiero verte llorando, eso me rompe el corazón ―murmuró Yoongi.
Namjoon le sonrió con dulzura.
―Está bien si lloro, eso nos hace humanos, Yoongi.
Su amigo asintió a regañadientes.
―Supongo, entonces, que no vale la pena invitarte a que salgamos el día de los enamorados o cuando cumplas años ―dijo con tono irónico.
Namjoon sacudió la cabeza.
―Jungkook y yo siempre celebramos las dos fechas juntas con una cena ―recordó Namjoon, de pronto emocionándose al pensar en eso.
Sólo quedaba una semana para su cumpleaños, así que debía ir reservando el restaurante al que iban a ir, ese viejo lugar donde tuvieron su primera cita, donde iban a cenar cada fecha especial, y donde Jungkook le pidió matrimonio también. Ese pequeño restaurante era su pequeño refugio personal y privado.
Yoongi soltó un quejido, resignado.
―Espero que la pases bien, Hobi ―dijo Yoongi―, porque te lo mereces.
Namjoon sólo pudo sonreírle, contento, sintiendo que por fin la vida le estaba sonriendo.
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Jungkook terminó de guardar un informe en su bolso cuando sintió la conocida presencia de alguien más en la oficina.
Levantó la vista, tranquilo, chocando con la triste mirada de Taehyung.
