80 días para tenerte || Plex

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Águeda

Justo antes de irme a dormir la noche anterior me bajó la regla, así que hoy no estaba de humor al despertarme, hice todo sola, desayuné sola, me lavé los dientes, me hice un poco de skincare y no fue hasta la llegada al aeropuerto que me alegré un poco al empezar a hablar con Julia. Las dos íbamos atrás de los chicos como siempre, hasta que entramos en una tienda de regalos, donde cada uno compró un imán. Razón por la que tuvimos que correr a coger el vuelo que nos tocaba, y con un poco de cansancio llegamos.

El vuelo nos lo pasamos durmiendo y cuando llegamos buscamos a nuestro nuevo guía, el cual era majísimo.

—Mi pregunta para ti, Chiri, es ¿Existen pingüinos en Madagascar?—preguntó Plex.

—No, no hay pingüinos aquí—respondió Chiri.

—Sí, y yo soy Beyoncé.—contesté irónica yo.

—Tal vez.

Jopa iba haciendo planos y Dani hablando con el conductor sobre la cárcel, la comida y el país. Paramos en un supermercado a comprar algo para el viaje de 4 horas que nos esperaba. Julia y yo llenamos nuestros brazos de bebidas, patatas, frutas y galletas varias, y pagamos, dejando al resto dentro y yendo al coche.

—Dios bendiga los tampones—exclamé cuando hicimos una parada para que ellos pudieran mear. Cuando todos volvieron pusieron la canción del youtuber y todos la cantamos con alegría.

Chiri nos contó la historia de las brujas, y como gran asustadiza que soy me entró miedo—Hoy no duermo—avisamos al unísono las chicas, que nos quedamos dentro mientras ellos con un altavoz cantaban Flow violento, fueron a dar un paseo y  cuando volvieron, yo decidí ir un rato con Dani que se había ido solo.

—Daniel.

—¿Qué?

—¿Qué te pasa?

—Nada.

—Ya, por eso vas a dar un paseo solo y sin cámara.

Cuando ya estábamos a una distancia considerable los dos frenamos mirándonos a los ojos, aunque estaba segura que algún día cogería una contractura por mirar tanto para arriba.

—¿De verdad que mi contenido gusta?

—Dani, claro que gusta, te estás matando y llevas solo una semana, son casi 80 días más y no soy tonta y se que vas a hacer otra vuelta al mundo, no duermes y comes a veces, eso lo valoran.—intenté animarle, hasta que vi que desviaba la mirada, por lo que le puse la mano en su moflete haciendo que me mire.

—No se...

—Dani, sí gusta, mucho, de verdad y si no que se aguanten, tú haces el que te gusta a ti—él me sonrió, cosa que me puso un poco nerviosa.

—Ague.

—Plex.

—No me gusta que me llames así.

—Si todos te llaman así.

—Tú no formas parte de ese grupo.