Fue enviada a investigar un asesinato en un pueblo pequeño, el único testigo y posible sospechoso es Cainán Done, un misterioso hombre que oculta un extraño secreto.
El problema no es que sea un ser sobrenatural, el problema es que son dos.
*Por Viv...
—Triana —asevera Elerick—. Él tiene más rango, así que haz caso.
—Sí, amo. —Bufa la chica.
—Ahora dile dónde está Adara.
—En una cabaña no muy lejana, cerca de la entrada del bosque. Me dijo que le pertenece a su superior y se quedará unos días allí hasta que él llegue. Al parecer su viaje en micro se suspendió.
—¿Qué? ¡¿Qué viaje?! —Reacciono.
Antes de responderme, Triana mira a su dueño, el cual asiente, entonces ella me observa a mí, poniendo un gesto de disconformidad al hablar.
—Le compré un boleto para que se pueda ir del pueblo.
—¿Y quién te dio permiso para hacer eso? —digo molesto, entonces cuando avanzo, Elerick se pone delante—. Apártate.
—Mi esclava ya te dijo todo lo que querías saber —declara, tranquilo.
—Tu juguete estuvo haciendo cosas a nuestras espaldas.
—Son humanos, no entienden. ¿Por qué no vas a buscar tu comida y dejas a la mía en paz? Lo repetiré, ocúpate de tus propios asuntos —expresa, sereno.
Sonrío.
—Esto no va a quedar así. —Luego miro a la chica—. Yo que tú no me confundo, seguro te come uno de estos días.
Ninguno responde, así que sigo de largo mi camino. Mientras voy en la búsqueda de mi presa, A me regaña por terminar la amistad con Triana. Lo que no entiende que es inseguro tener revoloteando a la sierva de Elerick alrededor de Adara. Le puede contar lo que sea. Sí, puede ser, no era la manera correcta, ¿pero a mí qué me importa? A no comprende mis maneras y yo menos las suyas.
Adara
Saco un poco el polvo de la casa de Akil. No puedo creer que vivió aquí en su infancia. Me sorprende que no me lo haya mencionado. Bueno, no es que la relación haya acabado muy bien, como para contarme que el caso del que iba a encargarme, era en el pueblo de su infancia. No tuvimos muchas conversaciones desde que terminamos. Nos limitamos a ser profesionales en nuestros trabajos y nos fue bien, lo personal ya no importaba. Además, tiene que seguir sin interesar, es un hombre casado.
Mierda, cómo pude decirle que lo extrañaba, no tengo cara, se me cae de la vergüenza, qué horror.
Y hablando del rey de Roma... contesto el teléfono.
—Hola. —Me sonrojo.
—Hola, ¿ya te instalaste?
—¡Akil, sí! Estoy ordenando un poco. —Camino, intentando concentrarme—. ¿Estás seguro de que quieres venir? Puedes pedirle a alguien que lo haga.
—No hay problema, atenderé unos asuntos e iré por ti, me alegra que hayas encontrado la llave en la maceta.
—Sí, me tardé en descubrir cuál era. —Me río, nerviosa, luego trago saliva, haciendo un silencio, antes de continuar—. Akil... ¿No se enfadará tu esposa? Se ve raro —opino.
—Tranquila, le conté todo, está bien.
—Ah, de acuerdo, lo entiendo. —Suspiro, un poco incómoda. La puerta de la entrada suena—. Un momento.
Me acerco a abrir y me encuentro a Cainán en frente de mí.
—Tu corazón corre muy rápido —opina. Creo que es A por su gesto de póker. Observa el sitio y entra sin preguntar—. ¿Qué clase de lugar es este que no podía rastrearte con facilidad?
—¿Hola? —dice Akil del otro lado de la línea, así que reacciono—. ¿Sigues ahí?
—Ah, lo siento, tengo visitas. —Voy a colgar, pero Cainán me arrebata el celular—. ¡Oye!
—¿Tú eres Akil? —consulta.
¿Cómo sabe eso?
—Quiero decirte que Adara es mía, así que no hace falta que la vengas a buscar. —Rompe el teléfono con un solo movimiento de su mano y luego me aclara—. No hemos terminado de hablar.
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No voy a decir nada en contra de nadie, pero me dolió que obligaran a Triana para que deje de ser la amiga de Adara 💔
En otras cuestiones, A anda de posesivo... No suelten a la bestia, porque muestra los dientes 😂
Y parece que todavía vamos a tener que esperar para la aparición de Akil.
