No son arrugas.
Son surcos de historia
arados con sonrisas,
huellas de carcajadas
en la comisura de la boca,
en el guiño de los ojos.
Trincheras en las manos,
cavadas con amor
para protegernos de todas las guerras.
Las nuestras y las ajenas.
Tu vientre en barbecho
luce con orgullo
las medallas de dar fruto.
No son cicatrices.
Son valles donde florecen
las semillas que plantaste
tantos años más tarde
(y siempre).
Tus imperfecciones
hablan tanto de ti
como de nosotros.
Fuiste nuestra forja,
hija, madre, abuela
y ahora bisabuela.
Tus manos cálidas,
con olor a manzana,
surcadas de tiempo,
tejidas de historias,
siempre serán HOGAR.
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El Mundo de las Maravillas
PoetryTengo la nieve en mi nombre y también el comienzo de todas las maravillas. A veces nos cuesta encontrarlas pero comencemos con el mundo. Mi mundo. Un mundo de poesía.
