Enjaulados

2 0 0
                                    

Ella regresa de madrugada
y mete entre las sábanas
el olor de otro hombre,
de mil noches insomnes
pronunciando otros nombres,
que nunca son el de él.

Él finge no darse cuenta,
se levanta y comienza
con la rutina de ayer,
mientras remoja los celos
en los posos del café.
Cree que el amor
es no rendirse,
confía en que ella
le quiere también.

Ella a veces se siente culpable
pero otras desea quemarse,
sentirse inmortalmente bella,
creerse joven eternamente.
En el fondo sabe
que nadie la quiere
tanto como él,
que todos sus amantes
son bocas de calle
que se esfuman
al amanecer,
y cuando regresa
solo queda él.

Y ese miedo a la soledad
los mantiene cautivos,
él miedo a no volver a amar
y ella a no ser amada.

Y esa enfermiza necesidad
el uno del otro, de amor,
aunque sea un amor falso
que cada noche naufraga
en la fragua de otros brazos
es su condena, su cruz,
su martirio, su sinvivir
de pájaros enjaulados.

El Mundo de las MaravillasWhere stories live. Discover now