El cumpleaños de Chanyeol

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Chanyeol sonrió agradablemente pese al comentario altanero del pelinegro. —Bueno entonces es un placer, chico interesante. Mucho gusto, Chanyeol—se presentó solo.

—Por supuesto, el cumpleañero. —Suga intercambió puños con él.

Chanyeol alentó. —Adelante pasen y siéntense. Pueden servirse lo que quieran.

Suga consiguió una silla y se sentó con libertad.

—¿Ya estamos todos? —preguntó Taehyung sentándose, observando a varias personas alrededor de la mesa que no desviaban sus miradas interesadas en él y Suga.

—No, aún faltan más personas—contestó Zelo. —Ah, les presento a mi novia. Ella es Mina. —Ella sonrió tímidamente, y dijo "Hola". —Ella es Binnie, él es Key...—presentó a los demás chicos, quienes saludaron con un "Hola y un que tal" — Y ella es...—

—Déjamelo a mí, puedo presentarme sola. Soy Hyerin, mucho gusto —habló la chica con una sonrisa radiante, extendiendo la mano hacia aquella persona que había llamado su total atención. El pelinegro era como un diamante que había brillado ante sus ojos tan pronto como lo vio entrar por aquella puerta. Sin embargo, Suga ni siquiera se había fijado en ella; levantó la mano, pero fue para sostener unas papitas y metérselas a la boca.

—Hola—Taehyung decidió intervenir en vez de Suga. Y considerablemente recomendó: —No te fijes en él, es un chico malo, el peor de los cretinos, te lo digo yo que lo conozco muy bien.

—"El peor de los cretinos" —De repente habló una voz que vino desde adentro, una voz femenina delicada. Suga giró la mirada y reconoció a esta hermosa chica que yacía de pie en la entrada cruzada de brazos, era Suran. — Suga Oppa, él tiene razón, ser un auténtico mentiroso ¿No lo hace acaso el peor de los cretinos?

***

—¡Ya he llegado! —gritó un chico, quien entró a la tienda cargando un casco y una mochila de delivery food.

—¡Park, tenemos otro pedido! ¡Necesito que te vayas ahora mismo! —gritó el encargado oficial de la tienda. —Aquí tienes la dirección.

Jimin recogió y cargó las bolsas con algo de dificultad. —¿Quién podría haber pedido tanta comida?

— ¡No preguntes, te darán buena propina! ¡Yah...Vete ya!

—Sí, señor—. Jimin no tuvo otra opción más que obedecer y hacerse responsable de este gigantesco pedido.

***

—¿Ustedes ya se conocen? —preguntó Zelo, con los ojos bien abiertos por la sorpresa. El resto del grupo también mostraba incredulidad en sus rostros. Suran, con una elegancia que no pasaba desapercibida, contorneó las caderas al caminar y tomó asiento, eligiendo casualmente un lugar ubicado al lado de Suga.

—Una vez nos vimos, ¿no es así? —le preguntó Suran a Suga, su voz llevaba consigo un tono intrigante. Suga, sin dejar de masticar las papitas que sostenía en la mano, asintió con la cabeza. Por un momento, la presencia de Suran le había resultado inesperada, pero no lo suficiente como para alterarlo. No era alguien que pudiera influenciar en la estabilidad de sus emociones.

—Unnie, ¿Por qué dices que Suga sumbae es un mentiroso? Lo dijiste en broma, ¿verdad? —preguntó Binie, provocando risas entre los demás. El ambiente se llenó de una mezcla de curiosidad y diversión.

Suran mostró una sonrisa y, con elegancia, miró al pelinegro—No lo sé, tal vez él pueda explicarlo.

—¿Explicar? —preguntó Suga—. Lo haría si supiera de lo que me estás hablando.

—¿Vas a decirme que fue una equivocación darme un número equivocado?

—Oh, ¿lo fue? —Suga fingió sorpresa, desatando algunas risas entre los presentes. Suran se quedó callada por un momento. Luego dijo:

—Tal vez lo fue o tal vez no. Por eso me gustaría aclararlo ahora.

—Bueno, quizá confundí un dígito, es de humanos equivocarse, ¿No?

Suran esbozó una sonrisa superficial, consciente de que no podría creer esa excusa. Sin embargo, Suga era un chico muy guapo y especial, despertando un interés real en ella. No podía permitirse enojarse por algo que, en última instancia, no significaba mucho. Por eso, cuando se enteró de que el novio de su amiga conocía a Suga no dudó en confirmar su asistencia para ir al cumpleaños de Chanyeol.

Tropezarse con Suga había sido casi imposible en el pasado; nunca lo había encontrado en la entrada cuando, en innumerables ocasiones, lo había buscado en la escuela. Ahora que tenía la oportunidad, no pensaba desperdiciarla por nada del mundo.

—Estás bien, puedo creer eso, entonces, es un gusto volverte a ver, Suga Oppa. —Levantó una soda para brindar, e hizo una sonrisa cautivante. Suga tomó otra y no se negó a brindar con ella también.

En ese momento, sonó el timbre de la puerta.

El Mismo Cielo (Yoonmin)Where stories live. Discover now