El Mismo Cielo (Yoonmin)

Tu verdadera cara

Jimin nunca dejó de prestar atención en Suga y cuando captó estás palabras, su corazón no pudo evitar angustiarse en demasía ¿Por qué Suga estaba en la enfermería? ¿Por qué estaba en una camilla si hace un momento lo había visto en la azotea perfectamente estable? se desesperó tanto que si el pelinegro no estuviera enojado con él hubiera ido hacia él y lo hubiera abrazado de todas formas. Difícilmente se reprimió en su sitio.

—No es necesario, yo ya me voy—habló Suga, alistándose para levantarse.

—No creo que sea prudente que te pongas de pie, debes de tomar un descanso y...

—No es para tanto, doctor Kim. Solo fue algo insignificante.

"¿Algo insignificante?" Internamente, NamJoon estaba frustrado, la despreocupación y desinterés de Suga por sí mismo lo sacaba de quicio, pero, por más intentara persuadirlo jamás lo escuchaba.

—Además, no puedo compararme con la condición de él—volvió a decir a Suga, mirando a Jungkook—. Él sí se ve realmente miserable.

—¿Cómo?—inquirió JungKook, desafiando con desdén.

—Chicos, basta—ordenó SeokJin, sintiendo la tensión entre ellos.

Suga se puso de pie, y con firmeza camino hacia la salida, más por un momento se detuvo a la altura de JungKook. Dijo: —Por cierto, mi nombre es Suga, supongo que ya te habrás enterado. Y si realmente eres inteligente, sabrás disculparte de rodillas ante mi por el golpe que me diste ayer. Puedes preguntarle a tu amigo de la infancia donde encontrarme. Estoy seguro que él sabrá decírtelo, ya que, estamos más cerca de lo que te puedes imaginar. Lamento que eso no sea una buena noticia para ti—. Con esta provocación y su gesto superior, salió satisfecho de ahí.

***

Cuando Jimin había vuelto a su salón, vio a Suga en el pupitre tomando atención a las clases de manera normal, como si nunca hubiera ido a la enfermería. En su interior, aun tenia esa incertidumbre, preguntándose qué le habia pasado al pelinegro horas atrás para terminar en una camilla.

Pero como en la mañana, no cruzaron mirada alguna. Consumido en su sentir, finalmente llegó la salida, y lo que Jimin no se esperaba es que JungKook se apareciera de repente en la puerta de su salón. Por su expresión, parecía molesto. Se puso de pie inmediatamente para lograr alcanzarlo e impedir que empezara otra pelea con Suga, pero el otro fue más rápido y logró ponerse frente al pelinegro.

—Vaya, no creí que realmente vendrías a disculparte—dijo Suga con satisfacción, mirando a Jungkook, de pronto fingiendo mirar la hora del reloj en su muñeca—. No me queda mucho tiempo, deberías empezar ya. Tengo cosas que hacer.

JungKook respondió con la cara distorsionada, resoplando. —¿Disculparme? debes estar soñando si crees que lo haría realmente.

—Entonces, no eras tan inteligente como creí.

—Sabes que, no me agradas en lo absoluto, así que ¿Por qué mejor no te vas buscando otro lugar donde sentarte?—le inquirió JungKook a Suga.

El pelinegro estiró la comisura de sus labios con gracia, acomodándose suavemente en su silla. —Me gusta este sitio. ¿Por qué tendría que hacerte caso? —contestó Suga mofando su increíble tranquilidad.—No es como si me importara tu opinión en primer lugar.

JungKook se inclinó y golpeó la mesa con sus manos. Desafió la mirada de Suga. —Porque tu cara ya me está desquiciando y si no te mueves yo mismo te sacaré de ahí.

Jimin realmente frustrado, sostuvo los brazos de JungKook. —Basta, JungKook, no empieces otra pelea. Recuerda lo que dijo el profesor SeokJin...

—¡Hey, Park! —le llamó Suga. Jimin giró su mirada. — Soy intolerante a los idiotas. Por qué no le dices a tu amigo que cierre la boca y extermine su existencia. No quiero seguir viéndolo mas.

—Esto ya fue demasiado— se irritó Jungkook.

—Viniste para ir a casa ¿No es así? Bien, vámonos—se interpuso Jimin, jalando a JungKook con fuerza.

—Sí, váyanse, porque definitivamente la peste aquí se está volviendo repugnante.

Este último comentario traspasó los límites de Jimin. A pesar de su tolerancia para aceptar el desprecio de Suga, en ese momento una mezcla de impotencia, tristeza y decepción se acumuló en su interior, llenando su corazón de dolor. Desde lo más profundo, finalmente, esa sensación que ardía en su pecho explotó.

—¿Tienes que ser tan despreciable? ¿Por qué simplemente no sigues actuando con indiferencia y nos sigues ignorando? Ya que parece que nos odias tanto y no quieres vernos, entonces deja de tomarnos tanta atención y fíjate en tus asuntos—exclamó Jimin finalmente.

—Ahora me doy cuenta—dijo Suga, ásperamente, mirando a Jimin.—Que equivocado estaba contigo. Ahora puedo ver la clase de persona que realmente eres. No se como pude confiar en ti.

—Supongo que ahora si somos sinceros—refutó Jimin, apretando sus puños. —Tampoco me agradan las personas como tú. Nunca podría agradarme una persona tan arrogante y egoísta como tú. Que pena haber desperdiciado todo este tiempo creyendo que lo que sucedía entre nosotros podría volverse en algo especial. Si tan solo hubiéramos sido sinceros desde el principio.

Las palabras fluyeron con sinceridad y rapidez. Jimin se alejó de ambos con un cúmulo de sentimientos que superaban su control. Estaba sumamente enojado, no solo con Suga, sino también con JungKook. ¡Ambos eran unos idiotas! Jimin era consciente de que, después de ese momento, la esperanza de una reconciliación con Suga jamás iba a suceder.