Su mirada se deslizó detrás de nosotros antes de ampliarse.

—Mierda, Dyl.

Dylan estaba desplomado contra la pared, con sus manos temblorosas cubriéndose la cara.

No no no no no.

Seokjin y yo corrimos y llegamos justo cuando Rhys caía de rodillas. Puse un brazo sobre el pecho de Seokjin para evitar que se acercara. Ambos habíamos visto a Taehyung atravesar más de un ataque de ansiedad. Lo último que Dylan necesitaba era que lo acosáramos.

—Dylan, escucha mi voz. —Rhys habló con firmeza pero amablemente—. Todo el mundo está bien. No quise asustarte.

Un sollozo entrecortado salió de detrás de las manos de Dylan. Seokjin ladeó la cabeza con el ceño fruncido y retrocedimos varios pasos para darles algo de privacidad.

Después de unos minutos, Rhys estaba ayudando a Dylan a ponerse de pie y sacudiéndose los pantalones. La lástima se instaló en mi estómago ante las manchas brillantes en los pómulos de Dylan.

—Lo siento —dijo mientras se unía a nosotros, con la voz temblorosa.

—No te disculpes —dije con firmeza—. No has hecho nada de lo que arrepentirte.

—Jungkook tiene razón —añadió Seokjin—. Y vamos a insistir en que vuelvas a casa y te tomes unos días, Dylan. Pasa tiempo viendo Netflix y comiendo comida chatarra. Has lo que necesites para relajarte, eso es todo lo que necesitamos que hagas.

Él asintió miserablemente.

—Creo que tienes razón. Soy un riesgo en este momento.

—Hey —ladró Rhys, su mano retorciéndose alrededor del bíceps de Dylan—. No eres una carga. No hables de ti de esa manera.

La irritación estalló en los ojos de Dylan, más emoción de la que había visto en él en meses.

—Escucha, no puedes simplemente...

Me aclaré la garganta, sintiendo de repente que esto se estaba convirtiendo en un momento del que Jin y yo no deberíamos ser parte.

—¿Por qué no se van los dos? Podemos hacer esto otro día.

—¡No!

La palabra vino de los tres simultáneamente, haciéndome entrecerrar los ojos con sospecha.

—Está bien, ¿qué está pasando?

—Nada —dijo Seokjin alegremente. Demasiado alegre—. Pero probablemente deberíamos entrar.

—Espera. —Me volví hacia Rhys—. Entonces todo está bien, ¿no?

Se pasó la mano por la cabeza tímidamente e intercambió una mirada con Dylan, quien simplemente se encogió de hombros. Supuse que Rhys le había informado mientras se calmaba.

—Supongo que no hace daño decirte... lo vas a escuchar tarde o temprano. Jack ha dimitido.

—¿Qué?— Seokjin y yo exclamamos al unísono. 

Rhys levantó las manos.

—Eso es todo lo que sé. Se va, con efecto inmediato.

Seokjin y yo nos miramos y supe que ambos estábamos pensando lo mismo.

Arlo iba a estar devastado.

Ante esa bomba, nuestros guardias se volvieron hacia los autos y Rhys prometió estar allí para recogernos cuando hubiéramos terminado.

—No puedo creer que Jack se vaya —dijo Seokjin.

—Yo tampoco.

—¿Crees que Arlo ya lo sabe? 

MEJORES AMIGOS, ALMAS GEMELASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora