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LUCRE APRETABA LAS SÁBANAS MIENTRAS escuchaba la casa en movimiento desde el cuarto. Últimamente no tenía energías. Llevaba demasiado tiempo alejada de su familia, y el hecho de que Lucia haya encontrado otro lugar de pertenencia, junto con Zoe y Rosina, no ayudaba.
No eran celos, aquello sólo sucedía por Martín, sino que estaba dolida. Porque ella sí intentó acercarse a ellas, pero sus reacciones no fueron positivas.
Ella llegaba a la cocina: ellas se iban, entraba al baño: terminaban de bañarse, quería quedarse a ver el amanecer con ellas: juntaban todo y se iban a los cuartos.
Y eso sólo la hacía preguntarse qué había hecho mal ¿Acaso la veían de mala manera después de que Santiago expusiera su relación con Martín? Era obvio que no los iban a dejar permanecer escondidos, pero la forma en que el conductor había insinuado que habían tenido relaciones sexuales le parecía repulsivo. No lo habían hecho, se trataron con el mismo respeto de siempre. Pero era su palabra contra la del conductor.
Por suerte no estaba Alan, para seguir haciendo chistes asquerosos. Tampoco Sabrina, para perturbarla en la noche con cómo se manoseaban mientras ella quería descansar con Martín.
— ¿Qué te pasa, Lu? —abrió los ojos ante la voz que apareció, y Martín se arrodilló a un lado de la cama observándola.
— ¿No sentís cómo la casa nos rechaza? —se animó a preguntarle. Temía dar una mala impresión, de odiosa o celosa. Sentía que él jamás experimentaría eso, pues desde el día uno fue el más querido y buscado por todos. Por ello le sorprendió que él asintiera en respuesta— ¿En serio?
— Se siente horrible —hizo una pausa, sacando conclusiones— Ahora me doy cuenta de lo que decía Furia. No te excluís vos, te hacen el vacío.
Lucre no pudo evitar que su corazón se apretara al escucharlo así, y se estiró para dejarle un beso en la frente.
— Me encanta que mis dos personas favoritas ahora se lleven bien. —rompió el silencio, no le gustaba que su pilar allí se estuviera derrumbando.
Él sonrió abiertamente ante el comentario— Esas personas son yo y yo ¿Verdad?
