Los hombres acataron, otra vez, sus órdenes y se separaron.

Seung fue directo a la barra, no sólo a pedir una bebida sino que a sacarle información al bartender.

-Un vodka doble - Ordenó serio al Alfa de la barra.

Éste asintió y comenzó a prepararle el trago.

-¿Llegaron Omegas nuevos a la Isla?- Preguntó cuando el castaño le entregó la bebida.

El empleado del lugar suspiró.

-Otro Alfa buscando a su pareja que escapó porqué la relación era muy tóxica- Respondió como la situación que acababa de decir sea muy normal.

Seung gruñó y bebió el líquido de una vez - No es así, no era tóxica nuestra relación- 

El castaño lo miró con la clara expresión de "no soy tonto" y se giró para atender a otro cliente.

-¡Es mi Omega y está preñado!-Insistió tratando de sacarle la mínima información.

Podía tranquilamente golpearlo hasta obtener el paradero de TaeHyung, pero debía pasar desapercibido.

El Alfa contrario lo ignoró, estaba por mostrarle la foto que tenía de su Omega llegando a Jeju para preguntarle si lo había visto, pero su teléfono sonó en el bolsillo trasero de su pantalón.

Lo tomó y cuando lo desbloqueó notó que se trataba de uno de sus hombres de los que se separó apenas llegaron.

Podía recibir una buena noticia así que no se tardó en responder.

-¿Si?- Respondió tratando de ocultar su efusividad.

-Señor Choi, lo encontramos- Habló la voz del otro lado.

-¿Dónde están? - Preguntó tomando a su vez con la mano libre la billetera y dejando el dinero del trago sobre la barra.

-En la parte norte de la Isla , el edificio se llama "Brown". Es un pequeño complejo de habitaciones -

Seung cortó la llamada y salió del lugar sin perder el tiempo para buscar a sus otros empleados que recorrían el bar.

Una vez de nuevo en la calle, buscó un taxi.

En menos de cinco minutos consiguió uno y cuando subió al carro, le indicó hacía donde debía ir.

El taxista comenzó su viaje, pero a velocidad muy lenta.

-¿Acaso no puede ir más rápido? - Preguntó entre dientes y de muy mala manera -¡Quiero llegar hoy, no para navidad!-

El señor suspiró alto -Joven , es zona de transeúntes también. Si subo la velocidad, me multaran-

Choi gruñó y golpeó su propia espalda contra el asiento. Cruzó sus brazos en su pecho y trató de calmar su ansiedad.

Se enfocó con buenos pensamientos de que muy pronto tendría a su TaeHyung y cachorro en sus brazos y cuando menos lo supo, ya habían llegado.

Abonó el viaje y bajó del taxi, dando un fuerte portazo en venganza.

Cuando estuvo en la vereda, marcó el número de su empleado y esperó a que conteste.

-Señor Choi, estamos en el callejón al lado del edificio -

Sin cortar la llamada, buscó con su mirada para encontrar el lugar que le indicó. Cuando el callejón estuvo en su campo de visión, cortó y corrió hacía allí.

Antes de meterse en el oscuro pasillo, sintió un fuerte aroma a Omega.

Frunció el ceño y siguió caminando hasta que llegó. Vió a sus hombres de pié y a un Omega sentado en el suelo con una chaqueta ocultando su rostro.

-Señor, lo encontramos - habló el empleado con una sonrisa.

El aroma de su Omega estaba mucho más fuerte y una rara sensación sintió en su vientre bajo.

Su animal interior ya estaba eufórico y aullaba sin parar. Nunca lo notó de esa manera, suponía que era por el tiempo que estuvieron separados.

Se agachó a su altura quedando frente a frente y quitó de un rápido movimiento la chaqueta que cubría el rostro contrario. Se encontró con el bello rostro que tanto adoraba.

Los ojos de Taehyung estaban aguados y expresaban mucho miedo, las pestañas eran tan largas como las recordaba. Su cabello rubio caía por su frente formando unos delicados bucles que no recuerda haber visto antes. Tenía su boca con esa forma tan  particular, ahora mordiendo su labio inferior casi lastimándose. Pero era el rostro más lindo de todos.

Estaba casi igual de cómo lo vió la última vez.

Casi.

-Por favor...- susurró el Omega temblando por completo.

Choi llevó su mano a una de las mejillas y el chico se tensó por completo. Y cuando cayó en cuenta de la situación,  el Alfa estaba muy confundido, no entendía una mierda lo que pasaba.

Quería hacer tantas preguntas pero no sabía si obtendría las respuestas concretas, o al menos una que le agradara.

Cortó rápido con el tacto y volvió a erguirse. Gruñó alto y los empleados se alejaron varios pasos.

-Éste no es TaeHyung-











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