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Para Louis Tomlinson el haber leído tal artículo a primera hora del día, con los cálidos rayos del sol adentrándose en su habitación, había resultado contraproducente. No era ningún secreto para sus cercanos el creciente malestar que el alfa había experimentado desde hacía varios meses atrás, específicamente desde que su relación con Harry había terminado de manera oficial. Había lidiado con mareos repentinos y náuseas matutinas que le hacían levantarse sobresaltado del mullido colchón de su cama para dirigirse al cuarto de baño en busca de vaciar el contenido de su estómago incluso si no había nada en él, sin embargo el castaño se había cerciorado de hacerle creer a cada uno de los miembros de su equipo que no se trataba de algo más allá que una “depresión post ruptura” y que sería sólo cuestión de tiempo para que el carisma que caracterizaba al mayor de los Tomlinson volviese a su ser. Oli fue el primero en descartar la teoría que Louis se había empeñado en sostener durante las primeras semanas, pues las náuseas sin razón alguna y los constantes cambios de humor no eran algo a lo que Louis estuviese acostumbrado a sobrellevar, no obstante había dejado el tema de lado pues el alfa se mantenía siempre a la defensiva cuando el rizado era un tópico en la conversación y Oliver no disfrutaba de las peleas con su mejor amigo, mucho menos cuando éste parecía vivir fastidiado la mayor parte del tiempo. Así que cuando la revista “Rolling Stone” decidió lanzar una vez más al ex novio de su mejor amigo como portada, con un encabezado sumamente amarillista anunciando el embarazo de quién alguna vez fue también amigo suyo, Oliver supo que probablemente tendría la respuesta al malestar del ojiazul.

Las manos del alfa se hallaban posadas a cada lado del retrete y la revista yacía olvidada a la altura de sus rodillas, a una considerable distancia lejos de su anatomía evidenciando lo fácil que fue desechada tan pronto como sintió la primera arcada aproximarse. Oli palmeaba cuidadosamente la espalda de su amigo mientras largas arcadas emanaban de sus labios; Louis había volcado ya todo el contenido de su estómago en los primeros minutos y no era más que restos de bilis lo que el castaño desechaba en el inodoro.

—Joder, Louis. Esto es desagradable—Oliver chilló, sus manos tirando de la palanca del retrete para limpiar el contenido y sus labios separándose para dejar salir un calmo suspiro—. Han sido largas semanas de tu cara hundida en esa taza apenas comienza el día, ¿Estás seguro de que no deseas hablar con Harry?

El alfa levantó apenas un poco el mentón, un hilo de saliva escurría por la comisura de sus labios y Oliver se apresuró a limpiarlo con un trozo de papel que hábilmente había tomado en cuestión de segundos. Louis cerró los ojos en un intento de asimilar lo que había leído minutos atrás y de nuevo hundió el rostro en el inodoro cuando la imagen mental de su ex novio luciendo un abultado vientre se vio apoderándose de sus pensamientos.

—Él jamás me ocultaría algo así, Oli— finalmente Louis respondió, limpiando sus finos labios con el dorso de su mano y tirando nuevamente de la palanca. El beta rodó los ojos ante la declaración y simplemente ayudó al ojiazul a reincorporarse, soltando el agarre sobre los hombros de su amigo únicamente después de haberse asegurado de que era capaz de sostenerse por sí mismo.

—Claro, porque ustedes son los mejores amigos después de haber terminado— se mofó el pelirrojo, torciendo una sonrisa victoriosa cuando notó el ceño de Louis fruncirse—. Especialmente porque Harry estaba listo para sentar cabeza, pero el señor Tomlinson parecía tener otros planes.

El alfa se inclinó con sutileza sobre el lava manos y procedió a enjuagar con abundante agua su boca. Posteriormente tomó su cepillo dental y sin prestar mucha atención a las palabras de Oliver continuó con lo que parecía ser su nueva rutina mañanera después de finalizar su sesión de vómito.

—Harry no estaba listo para maternar la primera vez que le expresé mis deseos por ser padre, y yo decidí entonces que aún no estaba listo cuando él finalmente decidió que quería hacerlo—. Louis respondió una vez que escupió los restos de pasta dental para después volver a enjuagar sus dientes—. El tema de la crianza se volvió un tanto áspero las últimas semanas y entonces decidimos terminar, Oliver, pero eso es algo que tú ya sabes.

Cover boy. (Larry/ABO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora