7-Amor de loba

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Enid examinaba al chico quien estaba mirando unas cosas en su teléfono. Lo miraba, lo admiraba y se sentía muy feliz a su lado. Se negaba a tener que dejar esa relación que tanto amor le había dado desde un principio. Era como si Dios le hubiera puesto al joven como una recompensa y le dijera; adelante, es para ti. La loba se puso en pie, se acercó y se sentó encima de este antes de besarlo con mucha ternura. 

—¿Sabes?, sonará muy cursi pero...a veces creo que morí en la tormenta y estoy en el cielo—no solamente le dio un beso, sino que le mordió muy suave sus labios. Luego le fue besando el cuello mientras le colocaba las manos en su trasero.

—Enid...yo...joder...no puedo pensar con claridad y...—ella lo besó otra vez para callarlo.

—Shhh, no hace falta decir nada. Ahora solamente quiero perderme en tus labios.

El chico recibía cada beso con amor, sus manos se deslizaban por debajo de la falda de la loba quien soltaba algún que otro suspiro por las caricias y ligeros apretones en sus nalgas. Enid levantando la camiseta a Tn dejando su pecho al descubierto. Deslizaba sus dedos por este, disfrutando de su cuerpo. 

—Te quiero—susurró con ternura ella—estoy tan feliz...gracias por aparecer en mi vida.

Enid se separó un poco, manteniéndose encima suya mientras este la tenía agarrada del trasero para no caerse. La loba fue desabrochando los botones de su uniforme ante la mirada atónita del joven que no sabía que decir. Observaba todo embobado, tragando saliva y rojo como un tomate. Ella al verle esa cara esbozó una sonrisa.

—¿Me das una mano?—preguntó sensual—no puedo desabrochar el último botón.

—Cl-Claro...

Las manos del chico temblaban un poco, estaba nervioso, era su primera vez con una chica y al ver esto, Enid agarró sus manos y las apretó un poco.

—Está bien...relájate un poco...no estés nervioso...no voy a comerte...en sentido literal claro—le guiñó el ojo.

—Lo siento—se apresuro a decir.

Tn desabrochó el último botón y el cuerpo de la joven con su sujetador amarillo quedó al descubierto.

—Eres preciosa—dijo tartamudeando el pobre.

—Dime que quieres—le dio un beso en la mejilla muy despacio mientras tomaba su mano y la llevaba a sus pechos.

—Yo...yo...quiero...

—¿Si?

—Deseo comerte

—Buen chico.

Le dio una lamida en su mejilla y le besó de una manera pasional que pilló desprevenido al joven pero que disfrutaba con sus manos en el cuerpo de ella.

Las llaves sonaron y se tuvieron que separar para vestirse rápidamente. Enid maldecía por lo bajo pero no le quedaba otra que esperar.

—Hola—saludaron sus padres—Enid, ¿qué tal?.

—Bien, me iba a ir de regreso a Nevermore, ya he estado un rato aquí—respondió ella—¿me acompañas?—preguntó a su chico.

—Claro.

En la parada, estaban nerviosos, sin decir nada, se miraban el uno al otro y sonreían levemente.

—Otro día...puede que no tengas tanta suerte—le susurró al oído antes de darle un pequeño mordisco en el cuello.

El chico tragó saliva rojo.

Al llegar a Nevermore, su madre la esperaba.

—Espero que está escena haya servido para que te des cuenta de la importancia de que salgas con ese hombre lobo—dijo su madre de brazos cruzados.

Un rayo de luz-Enid x TnWhere stories live. Discover now