Capítulo 4.

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Frank se levantó temprano. Tenía qué ir a la escuela. Sus padres lo tuvieron qué matricular. Era un inútil, por lo qué no iba a desayunar.
Sobre la mesa había una nota, un plato con un sándwich.

Frank, te dejé él desayuno listo. Nos vemos luego. 

—Qué preocupación.- pensaba.

Comió lo más rápido posible, y salió corriendo hacía la escuela. Llegó un poco tarde, pero por lo menos pudo entrar.
Uno de los inspectores le indicó cuál era su nuevo salón.
Entró y se quedó mirando fijamente con él maestro.

—¿Frank?.

—¿Trabajas aquí?.

—¿Y tú qué haces aquí?.

—¿No te conté?.

—Me cuentas cuándo lleguemos a casa. Ahora ve a sentarte.

—Idiota.

—No me faltes él respeto, y menos en un lugar cómo este.

—Me gustabas más antes. Ahora eres un hombre estúpido y aburrido.

—Jódete, Frank.— susurró.

Frank miró a Gerard, se dió vuelta, y se sentó en uno de los escritorios vacíos qué habían al fondo del salón.

—Eso fué genial.

—¿Gracias?.

—Me llamo Ray.

—Frank. Un gusto.

—Oye, mi amiga creé qué eres lindo.

—¡Cállate!.— gritó la chica.

—¿De verdad? Lo lamento mucho, pero soy gay.— rió.

—Lo pareces.

—Lo sé.

—¿Y cuántos años tienes?.

—17.

—¿Qué?.

—¿No lo parezco?.

—Pareces un duende.

—Todos salgan. Y Frank, te quedarás aquí, no saldrás. Tenemos qué hablar.

—Suerte, Frank.

—Gracias. Supongo.

—¿Qué pasa?.

—Háblame cómo quieras, pero en éste establecimiento, tienes qué tratarme con respeto. Acá sólo soy tú maestro, y tú un simple alumno. ¿Te quedó claro?.

—Supongo.

—Gracias.

—¿Por qué actúas tan serio conmigo?.

—¿Acaso no te gusta?.

—Para nada.

—Lo siento. Pero debo hacerlo.

—Te preocupas mucho.— se acerca a Gerard.

—Frank.

—¿Qué?.

—Aléjate un poco. Por favor.

—¿Y sí no lo hago?.

—Frank.

—No lo haré.

—Hazlo.

—No.

—Frank Anthony Iero. Aléjate de mí en éste mismo instante.

More Than a Feeling. ; Frerard. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora