Convierto mi mano en garra y presiono más su cuello.

—Creo que el que está confundido eres tú, no conoces a A en realidad. —Observo en dirección a la escena del crimen, luego suelto a Elerick y retrocedo, acto seguido sonrío—. El asesino siempre regresa a donde cometió el asesinato. Fuiste tú, ¿cierto? ¡Vamos, admítelo! Así me río de A.

—Hubiera sido un gran festín, pero no. —Se acomoda su corbata.

—¿Fueron tus amiguitos de la mafia o fue tu clan?

—Los humanos no hacen ese desastre, pero tampoco fue uno de los míos, así que estoy averiguando, porque por supuesto que no has sido tú.

—Claro que no, A limpia mis desastres. —Me río—. Y los suyos también. —Giro a mirar la escena al fondo de la pendiente—. Pero alguien me quiere culpar, al parecer, así que si tienes idea de cómo conozco a estas personas sin recordarlas, sería de muy buena ayuda.

—Sabía que entendías que te estaba cuidando.

—Neh, ni A te cree esa, solo cuidas tu culo. —Me giro a mirarlo.

Se acerca y me agarra de la barbilla.

—Entre demonios hay que cuidarnos.

Lo observo de manera asesina y se aparta cuando intento cortarle el brazo.

—Te dije, eres raro —opino.

Se ríe.

—En absoluto. Creo que imaginas cosas, yo solo quiero que A y tú vengan al clan, estarán más seguros allí. Entiende, un suceso extravagante está pasando y tengo que cuidar de los míos.

—No nos interesa. —Sonrío—. No molestes más y, por último, no te vuelvas a meter con Adara.

Hace un silencio mientras me observa, luego de un rato recién contesta.

—Adara Kyleth no creo que sea alguien de fiar. Calma... —aclara cuando frunzo el ceño—. No quiero sembrar la semilla de la duda con tu supuesta comida favorita, pero tienes que admitir que es sospechoso que siga por aquí, y sé que tú desconfías de ella.

—A se está encargando —digo, tranquilo.

—Sé que confías en ese lado tuyo...

—A veces. —Me río.

—Pero... —continúa—. Nunca está de más una segunda opinión. ¿Quién es Adara y por qué llega justo cuando esto te está pasando? —Señala la escena del crimen—. ¿De verdad es coincidencia?

—¿Has notado que es una estúpida? —aclaro—. Tardé mucho para que se dé cuenta de que soy un demonio y que acepte que Norville no es un lugar normal, recién hace nada.

—Interesante —opina, sereno—. Entonces, quizás no es ella el problema, es probable que sea su superior. Seguramente, estuvimos observando las pistas de manera equivocada.

Me río.

—Tienes un buen punto, pero su superior no está aquí.

Dejo de sonreír, cuando me doy cuenta de que la mencionada, ya no se encuentra en mi mansión, se ha ido. Su corazón se escucha cada vez más lejos. Creí que A la mantendría más tiempo dormida, qué aburrido.

Adara

Llego a la parada de buses y veo correr a Triana hasta mí. Se detiene, respirando agitada, por todo el esfuerzo, le puso mucho empeño. Se inclina, entonces hace una gran sonrisa, luego me entrega un boleto.

Tú y yo paranormalМесто, где живут истории. Откройте их для себя