3 El gran día

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Era la mañana del día de la competencia, sentía un nudo en el estómago y mi madre me esperaba afuera con un tazón de fruta y yogurt, sabía que no me dejaría irme con el estómago vacío. Me obligué a comer y traté de soportar las ganas de vomitar todo el contenido en mi estómago.

—Vamos cielo, ha llegado Ben —sí, él nos llevaría al lugar donde se llevaría a cabo la competencia—. ¿Has arreglado todo?

Solo asentí con la cabeza, pues tenía miedo de vomitar si hablaba. Tomé la maleta y me la colgué al hombro. Bajamos las escaleras y fuimos directo al coche.

Ben me saludó desde la puerta del conductor con una gran sonrisa. Sabía que no era un mal hombre, mamá se veía feliz a su lado y no quería arruinar su felicidad. Dentro de poco podría hacer mi vida y dejarla vivir la suya.

Muchas veces pensé en escaparme y volver a casa, mi otra casa, con papá y Luka, pero temía por ella. Era más cobarde de lo que pensé, así que no lo hice.

Me senté en el asiento trasero y miré por la ventana el cielo azul y por mi mente llegaron recuerdos...

—Pero yo no quiero irme, mamá —sollocé—. Papá nos va a extrañar, además Luka es mi hermano, no quiero dejarlo y...

Pero mis lágrimas fueron en vano y mi madre me pidió que guardara silencio. Así que abracé a mi conejo de peluche y me hice ovillo en el asiento.

Cuando volví a la realidad, habíamos llegado y el lugar ya había comenzado a llenarse de gente. No éramos los únicos que iban a participar, había más de treinta participantes en este lado de Toronto, así que tendría que hacer mi mejor esfuerzo para ganar mi lugar, ir a los nacionales y ganar mi pase a las olimpiadas.

— ¿Estás bien, cielo? —Mamá me abrazó emocionada, pero los nervios se sentían en su cuerpo—. Todo saldrá bien y...

—Estoy bien —sonreí y le devolví el abrazo—. Espero que la lesión en el hombre de Jared y la torcedura de su pie sanen pronto, es mi pareja y me siento rara sin él.

—Charlie —la voz de Jared llegó a mis oídos—. Te ves... hermosa.

— ¡Charlie! —Mi mejor amiga corrió directo hacia mí, pasando por una multitud de gente—. Quítate gusano asqueroso —miró a Jared y después se acercó a mí.

—Clara —mi mamá subió el tono de su voz—. No debes insultar al novio de mi hija de ese modo, deberías ser más cortes.

—Sí bueno... no para un tipo que...

Le cubrí la boca, mi madre no tenía por qué enterarse de lo ocurrido en la universidad hace unas semanas. Le lancé una mirada asertiva que entendió de inmediato y cambió de tema.

Entramos al recinto y los dejé para ir directo a los vestidores donde todo era una locura. Maquillaje, laca para el cabello, listones, ropa y medias por doquier, grandes cantidades de brillo tiradas y los patines listos para ser colocados.

Me senté en una banca y comencé a quitarme la sudadera y el pants, debajo llevaba el vestuario, solo faltaba colocar la faldilla y listo. Un pequeño retoque en el cabello y marqué mi maquillaje para que resaltara mis ojos avellana. Me miré en el espejo y sonreí ante lo que veía, sabía que obtendría buenos resultados. Saqué los pares de patines de la maleta y observé que estuvieran en perfectas condiciones.

— ¡Ay por Dios! ¡Son MK Blade! —una chica gritó cerca de mí—. Chica, ¿de dónde...?

—Es momento de calentar señoritas —habló una de las personas encargadas del staff—. La competencia casi comienza.

Dejé de mirar hacia la puerta y procedí a tomar los patines que la chica miraba con recelo. Y aunque no parezca, la envidia es grande en este ámbito y yo me sentía devorada por tiburones ahora que estaba sola. Fuimos saliendo del lugar y guardé las cosas en mi casillero, no quería arriesgarme a que dañen algo por el simple hecho de arruinar la competencia de los demás.

Barrera de hielo (Saga "camino a la libertad 2")Donde viven las historias. Descúbrelo ahora