Capitulo 17: Adiós Al Mundo

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El equipo se despidió de los militares y observó cómo el helicóptero despegaba, desapareciendo en el cielo. Helena miró a su alrededor, reconociendo familiaridad en los paisajes que rodeaban el valle. A pesar de todo lo ocurrido, la sensación de hogar era reconfortante.

—Volvamos a casa —dijo Helena, liderando el camino mientras el equipo se dirigía hacia el Valle de Catamarca.

El viaje de regreso estuvo lleno de silencios reflexivos y gestos de apoyo mutuo. A medida que se adentraban en el valle, la visión de las montañas y los campos verdes evocaba una sensación de paz que contrastaba con las turbulentas experiencias pasadas.

13 De Junio - Valle De Catamarca / Hora - 11: 23 Am

El Valle de Catamarca los recibió con su serenidad característica, como si la naturaleza misma compartiera su alegría por el retorno del equipo. Sin embargo, la sombra de lo ocurrido todavía se cernía sobre ellos, recordándoles que, a veces, la paz viene después de la tormenta.

En el tranquilo atardecer del Valle de Catamarca, el equipo se encontraba reunido en el centro del pueblo. Helena, Cesar y Jhon compartían expresiones de gratitud y amistad con Himeya, David y Steven, quienes se preparaban para seguir sus caminos.

—Nunca olvidaremos lo que hicieron por nosotros —dijo Helena, mirando a cada uno de sus compañeros de viaje con aprecio—. Gracias por todo.

Himeya asintió con solemnidad. La venda en su mejilla izquierda recordaba la intensidad de las experiencias compartidas. David y Steven, aunque menos visiblemente afectados, llevaban consigo las cicatrices emocionales de las situaciones difíciles superadas juntos.

—Fue un viaje que nunca olvidaremos —mencionó David, con una sonrisa que aún guardaba rastros de melancolía—. Gracias por permitirnos ser parte de su equipo.

Steven, por su parte, asintió en silencio, sintiendo la conexión forjada durante la travesía.

Cesar, apoyándose en su característico tono jovial, agregó: —Nunca pensé que viviríamos algo así. ¡Un verdadero viaje de locura!

Jhon, usualmente reservado, expresó su gratitud con una mirada profunda y un asentimiento. Aunque sus palabras eran escasas, su conexión con el equipo era innegable.

Helena, emocionada pero valiente, extendió la mano hacia Himeya, David y Steven. Un apretón de manos significativo selló la despedida.

—Espero que encontremos la paz que buscamos —dijo Helena.

—Cuiden de ustedes, y si alguna vez necesitan ayuda, saben dónde encontrarnos —añadió Himeya.

Después de un momento de silencio, el equipo se separó. Himeya, David y Steven emprendieron su camino, caminando hacia el horizonte donde el sol se ocultaba lentamente. Helena, Cesar y Jhon los miraron hasta que se perdieron de vista.

En el crepúsculo del Valle de Catamarca, los caminos se bifurcaron, pero la conexión forjada entre esos valientes aventureros permaneció, dejando huellas en el corazón de cada uno.

La frescura de la mañana envolvía al trio de amigos mientras caminaban hacia sus respectivos hogares. Himeya lideraba la conversación, compartiendo risas y reflexiones sobre los eventos recientes. David, siempre pensativo, aportaba comentarios ocasionales, mientras Steven, aunque parecía disfrutar del momento, mostraba ciertos signos de agotamiento.

—Fue todo un viaje, chicos. —Himeya esbozó una sonrisa—. Pero al final, logramos superar todo.

—Sí, no puedo creer que hayamos vivido algo así —dijo David, con un toque de asombro en su voz.

Las Crónicas De Victory®Where stories live. Discover now