CAPITULO 8

3K 141 0
                                    

(Narra Ana)

No puedo creer que me allá encontrado, ¿pero como?

- y princesa, ¿ya no saludas a tu padre?- agacho la mirada y negó con la cabeza, tratando de no derramar alguna lagrima.

- papá por favor, ¿que haces aquí?- las lágrimas terminan por salir, derramándose en el suelo.

Este hombre que tengo en frente no se merece ser llamado "padre", tanto daño que me a causado a mi y a mi mamá. Ella dio todo por protegerme y yo no pude hacer nada para salvarle de sus garras.

- te vengo a buscar para ir a casa- se me escapa una pequeña risa, " casa", eso nunca existió en mi vocabulario y a su lado menos aún.

-no yo no me voy de aquí- me trató de alejar y de escapar de el, pero mis piernas fallan con cada paso que doy.

De pronto se acerca a la mesa donde están los papeles de las pruebas y los mira.

-hija no cometas un error, esto es un capricho de niña-dice el, se me acerca y me toca la mejilla.
Me corro para que no me pueda tocar.

-¡esto no lo dejare nunca!, porque es mi vida y tu no me dices que hacer.-con todas mis fuerzas le grito.
Trato de salir, pero el me detiene me agarra del abrazo, provocando dolor y como resultado una marca en mi brazo y en mi alma.

-tu no te vas a ir a ninguna parte- gritó  con todas sus fuerzas haciéndome temblar.

El me golpea el la cara, caigo al suelo y me pego en el suelo.
- eres una perra igual que tú madre- me patea tan fuerte que siento un leve sabor a metal en mi boca.
Solo espero que mi alma se marche de este infierno que me persigue y por fin no sufrir.

Solo siento paz al llegar el último golpe.

(...)

Vuelvo a caer, siento que alguien me está observado.
¿Aún no es mi hora?, creo que no.

-porque ella no despierta?- dice Matt, no puedo creer que esté aquí.  ¿Donde estaré?
-no se sabe aún pero por suerte no le ocurrió nada grave- luego responde una voz femenina y todo vuelve a caer.

(...)

Susurros que se vuelven más y más resonantes en mis oídos.

-Ana despierta por favor, te necesito en mi vida, si tu no estas sola, este imbecil no tenía porque tratarte de esta manera y mucho menos a tratar de matarte. Eres una párate importante de mi vida y no quiero saber cómo es una sin tu en ella.-  pequeñas gotas caen en mi mano y luego un apretó.

Quiero decirle las gracias por siempre estar para mi pero mis fuerzas se debilitan.

(...)

-doctor, ¿porque no despierta?-dice Matt.

- joven, ella despertara en cuanto ella decida y señor ¿tiene algún familiar mas la señorita?-dice.

¿Familia?, eso solo existía cuando aún no sabía que una apersona podía ser tan mala para dejarme y alejarme de todo lo que importa para vivir.

Nadie como tu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora