⛈️Capítulo 18: ¿Quieres?

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Voy a la habitación y me pongo un sweater grueso de lana rosa con cuello para el frío y guardo un gorro para tapar mis oídos, por si es que hay mucho viento, me maquillo un poco para ocultar cualquier rastro de tristeza, me miró al espejo y me gusta como me veo, voy a la cocina y guardo las cosas de Pita. Bajo y veo a Max jugando con ella, sonrió, camino hacia ellos.

–Listo – digo fingiendo una sonrisa, me da la mano y camina. ¡Qué! Lo miro a él y a nuestras manos una y otra vez – ¿Qué haces? – lo suelto, se gira y vuelve a tomar mi mano, le da un Beso que me hace sentir un cosquilleo en todo el cuerpo.

–Vamos – dice tomando mi mano firmemente, está vez lo dejo, no quiero soltarlo, por ahora...

Estando en la playa, nos sentamos en la arena y pita se vuelve loca haciendo hoyos, ambos reímos mientras la vemos jugar, saco sus platos y les coloco agua y comida, él me mira y sonríe, Pita llega corriendo a beber agua, saco la pelota y me levanto, Max no deja de mirarme, me pongo a jugar con ella, corremos de un lado al otro por la pelota, me dan ataques de risa cuando veo sus orejitas saltando y su lengua afuera mientras corre es bellísima, miro a Max dándole mi mejor y más sincera sonrisa, en este momento me siento muy feliz, así sin más, él se levanta y comienza a correr con nosotras. Estoy cansadísima, así que decido sentarme, Pita sigue corriendo feliz, de vez en cuando viene a tomar agua y vuelve a jugar, creo que ella igual esta feliz, Max la toma y la acaricia, se ve tan pequeñita en sus brazos, trata de lamerlo y el se ríe, empieza a levantarse mucho viento y me empiezan a doler los oídos, así que saco mi gorro rosado y me cubro los oídos, siento que el dolor disminuye, Max me extiende su mano, lo miro a él y luego a su mano, se la doy y me levanta, quedamos muy cerca tanto que puedo sentir su respiración, puedo incluso sentir su corazón que está igual de agitada que la mía, bajo la mirada y cuando intento alejarme, me toma por la cintura, lo vuelvo a mirar.

–Max, no puedo – digo casi con dolor, quiero, pero no puedo.

–Entiendo... no puedes y lo acepto no haré nada que te lastime o haga sentir culpable – dice y me suelta, me giro y tomo a Pita – la pregunta es otra – lo vuelvo a mirar.

–¿Cual?

–¿Quieres?, ¿puedes ser honesta y decir que quieres y que sientes? – respiro hondo pensando en la mejor respuesta.

–No estoy preparada aún para estar con alguien – lo miro a los ojos – No te voy a mentir, siento algo por ti – digo y siento que mi cara se sonroja – Pero con eso no basta, no quiero equivocarme, yo aun no suelto a Daryl, quiero hacer las cosas bien y si el día de mañana logro estar en paz y puedo soltarlo, si podré tener algo y abrirme a una nueva relación, pero ahora sería solo llenar un vacío y eso no es justo para ti, no quiero compararlos, no quiero estar contigo y acordarme de él, no quiero tenerlo presente si estoy contigo – digo dando un paso atrás.

–Tienes toda la razón – sonríe con tristeza.

–Por ahora solo puedo ofrecerte mi amistad – digo y asiente.

Nuestros ojos no dejan de mirarse, es como si el tiempo se hubiese congelado en ese momento, estamos ahí parados, frente a frente, de fondo solo se escucha el mar, el levanta la cabeza y mira hacia arriba, cuando deja de mirarme siento que ese momento se rompió, se hace un nudo en mi pecho, y no dejo de mirarlo, vuelve a bajar su rostro para mirarme, trata de darme una sonrisa, aunque se que no es genuina, no la siente, creo que intenta no hacerme sentir mas culpable aún.

–Entonces, sí te gusto – suelta de la nada y me sonrojo, no esperaba eso – entonces... ¿en tu corazón está Daryl y yo? – pregunta serio y observo como su pecho se eleva al respirar, esta nervioso.

–Sí, solo ustedes – digo y sonríe ampliamente, da un respiro largo y noto como se va tranquilizando.

–Con eso me conformo – dice sin dejar de sonreír – Por ahora – sonrío – No voy a presionarte – da un paso hacia mi – Tampoco haré algo que no quieras – da otro paso y siento que mi corazón se dispara – Pero no esperes que me aleje, no me pidas que tome distancia y tú no me evites, no trates de ocultar o negar tus sentimientos y por sobre todo, no dejes de sentir cosas por mi – da el ultimo paso que nos separa – Ahora... ¿puedo abrasarte? – pregunta con tono de suplica, asiento a todo lo que me a dicho.

Tormenta de sombras [ LIBRO 1 ]Where stories live. Discover now