Apego :: KookNam ⭒❃.✮:▹

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No hasta ahora.

―Bronquitis aguda ―le dijo a HyunBin―, sólo descanso, mucho líquido y acetaminofén para bajar la fiebre.

HyunBin murmuró por lo bajo mientras comenzaba a abrigar a Yoona.

―Deberías firmar sus tontos papeles ―regañó HyunBin―, y deshacerte de él. Le pides la casa, dinero y lo mandas al diablo.

―HyunBin. ―dijo Namjoon con la voz seca―, sigue siendo mi marido y el hombre que amo. Tú no lo entiendes, así que te lo diré de una forma fácil: Jungkook me sigue amando, lo sé, sólo tiene que darse cuenta de eso, y lo ayudaré para que luego no se arrepienta por haberse divorciado.

―¿Arrepentirse? ―farfulló HyunBin, con rabia tiñendo su voz―. ¿Cuándo Jeon Jungkook se ha arrepentido de algo?

Nunca. 

Jungkook era una persona que pensaba bien las cosas antes de hacer algo. Si le estaba pidiendo el divorcio, no era por una decisión apresurada, sino porque tuvo que pasar semanas pensando en si era lo correcto o no.

―Y si realmente te ama... ―agregó HyunBin, tomando en brazos a Yoona―, entonces que se dé cuenta solo y te pida de rodillas perdón. ¡Te ha humillado! ¿Dónde demonios está tu orgullo, Namjoon?

Namjoon levantó la vista luego de firmar la receta médica de Yoona.

―Hyunnie. ―dijo, con suavidad ahora―, ¿sabes que el orgullo no lo es todo en esta vida? Si nos dejáramos guiar sólo por el orgullo, entonces la vida sería una miseria ―sonrió con tristeza―. La vida no se trata de quién es el más orgulloso, sino de ser capaz de perdonar y dar segundas oportunidades.

La expresión dura de su mejor amigo se suavizó un poco, para dar paso a la pena.

―No quiero verte llorar más ―murmuró HyunBin―, no te lo mereces, Joonie. No una persona como tú... ―tomó aire, arreglándole el gorrito a la niña antes de abrir la puerta―. Sigo sin apoyarte en esto, pero eres mi mejor amigo, así que si las cosas no resultan... bueno, siempre estaré para que llores en mi hombro.

Namjoon sonrió, ahora con más alegría.

―Nos vemos el fin de semana ―le dio un pequeño beso en la mejilla a Yoona―, tú mejórate y hazle caso a tu tío Hyunnie, ¿bien?

―Sí, tío Nam. ―dijo Yoona, sonriéndole.

Cerró la puerta, suspirando, antes de decirle a su secretaria que hiciera pasar al siguiente paciente.

Min Yoongi y su pequeño hijo de tres años, Min Juyeon, le sonrieron de vuelta.

Namjoon saludó familiarmente a Yoongi, a quién conocía desde que el pequeño Juyeon nació, siendo algo así como su médico personal cada vez que el niño tenía alguna complicación. Además, era también una especie de consejero para Yoongi, ya que la madre de Juyeon murió cuando el bebé tenía sólo un año, y desde entonces Yoongi lo crío sin ayuda alguna.

Por otro lado...

Bueno, Namjoon no era tonto. Los últimos meses notó cierto coqueteo y miradas con dobles intenciones por parte de Yoongi, pero siempre las ignoró debido a lo preocupado que estaba de su matrimonio con Jungkook. Además, Yoongi sabía que era hombre casado, ¿no era bastante obvio con el anillo en su dedo anular y las fotografías que tenía en el escritorio?

La que más destacaba era, por supuesto, la de su día de matrimonio, donde ambos tenían trajes blancos y lucían felices ante el juez luego de dar el sí.