—... Solo quiero que tanto tú cómo yo, dejemos el tema atrás. Que nos tratemos bien y sin rencores. —a este paso, ya SeongHwa sentía sus orejas calentarse y su voz era cada vez más baja. Tratar de enmendar la situación con YeoSang sería más difícil de lo que pensaba.

—Que deje el tema atrás... sabiendo que tuve que rehacer mi vida de cero por un simple error tuyo de cuando eras chiquito —espetó Kang en un tono ya molesto —. Sabes... no voy a dejar ese tema atrás, porque yo no sufro de alzheimer para olvidarme de todo y hacer como si nada pasó; sonriéndote y tratándote lindo luego de todo el mal rato que pasé hace años.

—Pero solo quiero- —y ni siquiera logró terminar su argumento cuando su contrario volvía a tomar la palabra en el mismo tono.

—No quieres absolutamente nada. Porque esto no arreglará nada —dijo mientras calmaba sus facciones y tomaba de nuevo su neutralidad, aunque por dentro se estuviese muriendo en un mar de sensaciones y sentimientos tan diferentes uno del otro —. Cínico, eso realmente eres. Que vienes a hablarme tan amigable y amistoso durante días solo para hacer como si lo que pasó no te afectó en nada. Capaz y fue así. No te afectó en una mierda a ti... ¿pero y yo que? —consultó cuándo su mirada bajaba hasta ver el suelo devolviendo el silencio al lugar.

Era de esas preguntas que salían desde lo más profundo del pecho, siendo expulsada al exterior para que alguna persona le diera una respuesta concisa. Sin embargo, aquella duda solo la podía responder él mismo. Porque sólo él sabía lo que sufrió durante su niñez.

—Yo solo pasé malos ratos, malas miradas y un bullying tan terrible que tuve que cambiar mi vida por completo solo por ti, y tu gran bocota que no se supo callar y reservar algo que solo te había dicho a ti —suelta en una verborragia sin muchos ánimos de continuar hablando; YeoSang sentía que en algún momento su voz se quebraría, al punto de querer llorar. Pero no quería para nada que el mayor lo viera en un estado como ése —. Solo... háblame de los temas como delegado de la carrera. Si hay alguna información, dámela. Si hay alguna reunión dime. Pero no me hables fuera de lo laboral. Es lo único que te voy a pedir.

Cada palabra que decía YeoSang eran como un cuchillo, filoso y eficaz con cada cortada rápida, profunda y precisa; y cada una de esas cortadas, se dirigían directo al corazón de Park.

SeongHwa realmente sentía culpa, y de las peores. Y sabía que luego de esto correría hasta su casa para desahogarse en su habitación, solo, para que nadie viera que por sus errores había destrozado un corazón. Y ese corazón era el de Kang YeoSang. El cual él quería reparar, pero a este paso, sería más que un reto.

Sus ojos tenían un inconfundible brillo. Dando a entender que sus lágrimas querían salir. Pero se mantenía firme mirando a cualquier lado para que no notaran las lágrimas que estaban a punto de desbordarse por sus orbes, y para así no mostrar el dolor que se había reservado desde hace años por ese pequeño desliz. Y luego de haber escuchado al más joven decir que "no le afectó en nada a él", su pecho dolía el doble que antes. YeoSang realmente no quería hablar con él ni en pintura.

YeoSang por su lado no le dirigía la mirada a Park, aún mantenía su vista en un punto fijo del suelo. Quizás buscando una respuesta creíble de porque seguía allí, o esperando una respuesta de él. Tal vez solo no quería ser maleducado e irse sin escuchar algo de su parte. Pero en sí, era desconocida la razón por la que seguía ahí. Sus ojos aguantaban como mejor podía las lágrimas, reteniéndolas para que SeongHwa no notara sus ganas de llorar, y a su vez, sus grandes ganas de querer huir en este instante a su casa para dejar escapar todo su dolor en su habitación.

—Está bien YeoSang... —fue lo único que logró articular el mayor en ese momento.

Inundado en un mar de silencio, sin más palabras que decirse entre sí, Park observó como YeoSang se alejaba de él y cruzaba en el pasillo para perderlo de su campo de vista por completo. Y fue justo en ese momento que una lágrima resbaló por su mejilla. Porque sabía que todo este caos por lo sucedido, fue solamente su culpa.

 Porque sabía que todo este caos por lo sucedido, fue solamente su culpa

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Él solo quería llegar a su casa para desahogarse. Para encerrarse en su habitación por horas y no salir de allí hasta que sanara el dolor que nuevamente Park SeongHwa había traído de regreso a su vida.

YeoSang ya no podía aguantar sus lágrimas, y el camino a su casa por más que fuera cercano de la universidad, lo comenzaba a ver tan lejano y distante. Caminó a pasos rápidos hasta llegar a la entrada de su casa, sacó sus llaves de la mochila y como mejor pudo abrió la puerta. Perfecto... al parecer no había nadie en su casa. Todavía sus padres no habían llegado de sus trabajos.

Atravesó la sala rápidamente y subió las escaleras hasta el segundo piso, cuando estuvo allí llegó hasta la puerta de su habitación y abrió la misma. Su mente se había nublado por completo de pensamientos, más que todo, negativos sobre su pasado. Y aún seguía ahí, de pie cerca del marco de la puerta; dos pasos más fueron suficientes para que él cerrara la puerta y se recostara de la misma. Dejándose resbalar por ella hasta quedar sentado con sus piernas abrazadas a su pecho. Fue en ese entonces que YeoSang dejó que el dolor se lo consumiera a toda su merced. Dejando que sus lágrimas cayeran por sus pómulos y rodaran por sus mejillas sin alguna forma de retroceder.

Realmente, sentía que esto era un karma. Grande por no aceptar los lamentos del mayor; pero como aceptarlo si el daño fue sumamente profundo. Darle una segunda oportunidad no era una opción, sabía que le haría daño, y sin ni siquiera aceptar sus disculpas o sus súplicas ya él mismo se estaba auto destruyendo.

Se abrazó con suma fuerza y cubrió su rostro entre sus piernas, recordando lo sucedido hace unos largos minutos. Fue sincero y realista; pero muy en el fondo, sabía que sus palabras eran como unas fuertes balas que se dirigirán directo al pecho de las personas. Y ese alguien al cual le disparó sus palabras fue a Park SeongHwa.

Levantó un poco su cabeza para ver directo a la pared de al frente. Buscando alguna respuesta de las preguntas que ni siquiera sabía cuáles eran en específico. Sentía ansiedad, rabia y tristeza. Sin embargo, había un "algo" que ni él mismo reconocía que era.

Algo entre la angustia y el temor, pero de perder "algo". Pero, ¿que era ese algo que no quería perder YeoSang?

Tal vez, en algún pensamiento positivo de todo su mar de negatividad, quería la presencia de Park en su vida recientemente. Volver a recobrar todos los momentos lindos y divertidos de su niñez junto a él.

Porque muy en el fondo, aunque YeoSang lo negara una y mil veces consecutivas. Aún seguía enamorado de SeongHwa.

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Holii! Perdón lo tarde. Solo paso para dejar este lindo capitulo aquí (aunque parece más drama que cualquier otra cosa pero ajá), y para decirles que... Muchas gracias a las personitas que leen esto.

Se les ama. Se les adora y tengan linda noche y lindo día. <3

Atte: MiMi.

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