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Golpes bajos.

Eran los que, en cierto punto, llegaban a afectar al ser humano. Y YeoSang, pasó por eso durante el resto de la semana, y parte de la que entraba. Su dolor de cabeza era fuerte, y el insomnio en las noches se había vuelto insoportable durante esos días.

Ya él tomaba con tranquilidad las noches que duraba en vela, de hecho, se le había vuelto bastante cómodo a la hora de estudiar, aunque era como le decían sus padres: "Solo las horas de la noche, pueden recuperar el cansancio del cuerpo en el día". Sin embargo; el fin de semana y los tres días de la semana entrante, le costaba concertarse para hacer las tareas que ya tenía pendientes en algunas materias, mientras que el dolor de cabeza fue su más fiel acompañante durante las noches y gran parte de la madrugada.

Todo eso le comenzó a suceder el mismo día cuando fue a la coordinación. Cuando chocó accidentalmente con SeongHwa.

Solo con pensar su nombre sentía su corazón estrujarse con fuerza y aflicción. Un mal sabor se le hacía en la boca con tan solo pensar y recordar todo su pasado; su terrible pasado que le hizo entender varias cosas en su presente y que siempre tendría en cuenta en su futuro.

Solo recordar aquella vez. En la que chocó con él, le traía un mar de emociones juntas. Lo peor fue cuando Park comenzó a conversar con el menor como si nada, con una sonrisa que provocaba arrancársela de un solo golpe en el rostro. Tan tranquilo, tan alegre, como si lo sucedido años atrás se le hubiera olvidado por completo. Y para el colmo, la habló un rato más, preguntándole a YeoSang como estaba y que tal le parecía la academia.

Lo que Kang si podía asegurar que lo tomo totalmente desprevenido, fue cuando SeongHwa le dijo a él: "Soy el delegado principal de aeronáutica".

Park SeongHwa es el delegado principal de aeronáutica...

Esa miserable oración la tenía rayada en su mente con letras rojas. Marcándose una y otra vez cada que sucedía algo y le terminaban diciendo que hablara con su delegado de carrera. La sangre le hervía cuando le decían eso cuando preguntaba algo importante a cualquier personal de la universidad.

El universo, durante esos días, no se colocó para nada de su lado. En lo contrario, hizo lo mejor posible para que cada día fuera infernal para él. Le habían agregado más tarea y ciertos trabajos virtuales con fechas ya asignadas para entregar. Y que, además, ya tenían un parcial individual y luego otro en parejas con matemática.

Otra cosa que lo tenía algo estresado eran sus compañeros de clases, que no dejaban de escribirle para preguntar estupideces. Porque eso no tenía otro nombre, sino ese. El celular siempre sonaba, mensaje tras mensaje, y no solo en los grupos de su salón, sino también para escribirle al privado. Llegó al punto en dónde dejó el celular en silencio de nuevo, para no tener que escuchar el sonido de las notificaciones tantas veces consecutivas.

Todo eso, sin agregar que ahora su "delegado principal de carrera", tenía su número telefónico; escribiéndole seguido para conversar y preguntar cómo le iba al menor como delegado de una sección.

Rencor.

Esa exactamente era la palabra que sentía YeoSang en aquel conjunto de sentimientos encontrados. Aún, con el pasar de los años al parecer, ese mismo rencor seguía siendo el mismo. Cómo si nunca en su vida hubiese superado lo que había sucedido. Y es qué... él tampoco se había dignado a superar el terrible mal rato que pasó con el mayor, y que, gracias a ello, las demás consecuencias fueron llegando de a poco a su vida.

Y otra vez... Kang YeoSang recobraba en carne y hueso aquel odio y gran rencor hacia su mayor. Hacia Park SeongHwa.

—YeoSang dime tú opinión dios mío... —fue lo que hizo que reaccionara y cayera en la realidad. La cual, no era tan diferente a lo que pensaba. De hecho, era la idéntica realidad que vivía.

𝖳𝖧𝖱𝖤𝖤 𝖬𝖮𝖭𝖳𝖧𝖲. ⚊ 𝖲𝖤𝖮𝖭𝖦𝖲𝖠𝖭𝖦Kde žijí příběhy. Začni objevovat