Capítulo VII: Alfa

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Esas vacaciones fueron un infierno, Walburga solo se quejaba de la deshonra que Sirius era para la casa Black y el como sus notas eran tan malas que sus ancestros lo odiarían desde sus tumbas por poner el vergüenza al apellido. Apenas y había ocupado el décimo puesto entre todos los de primero, mientras que sus primas habían ocupado los primeros puestos en sus respectivas generaciones. Incluso Snape ocupo el segundo lugar por debajo de un estudiante de Ravenclaw y Remus el sexto mejor puntaje.

El fastidio de Sirius fue a tal punto que con ayuda de su tío Alphard pegó fotos de chicas muggles sensuales en poca ropa. Cuando su madre vio esto los latigazos con magia que le brindo fueron tan fuertes que Sirius no pudo evitar hacer muecas cuando se recostaba, puesto que ni siquiera dejo que el elfo lo curara. Sirius supo que la situación era grave cuando este pequeño ser que lo detestaba bajaba la mirada al ver las marcas. De todas formas, cuando su tío llegó a visitarlo, aparte de la confrontación que tuvo con sus padres por haber reaccionado así a una simple broma, le dejo posiciones cicatrizantes para que estas desaparecieran. Al final, si hubieron marcas que cicatrizaron por falta de atención.

Durante estas vacaciones, se realizó una pequeña celebración a prima favorita Andrómeda quién se graduó de Hogwarts en esas vacaciones, aunque eso era solo una fachada. Siendo omega querían ya establecer fecha a la boda con el hermano menor del esposo de su prima Bellatrix, Rabastan Lestrange, ambos hermanos eran alfas y el último aún era estudiante de Hogwarts, por lo que la fecha establecida era un mes después de la graduación del alfa, al término del siguiente año escolar. Aunque ella hubiese decidido estudiar para sanadora mágica, la fecha no fue movida.

Aún le daba repelús tener contacto con esa gente, pero después de unos cuantos insultos de partes de su madre y el no querer decepcionar a su prima asistió, solo para poder ver la cara de incomodad de ella y el hecho de que no disfrutó para nada su celebración. Aunque intento hacer de todo ella solo podía dedicarle sonrisas tristes.

Como no era sorpresa, su madre fue a comprarle los mejores instrumentos, libros y otros materiales para el ingreso de su hermano al colegio, mientras que él tuvo que ir con su tío cuando se enteró que no tenía nada más que los uniformes del año pasado. Afortunadamente, el adulto se encargo de comprar todo para que no le faltase nada.

La comunicación con sus amigos seguía activa, con todos. James viajó con sus padres a algún país de Sudamérica, Remus siguió cuidando a su madre de su condición y Peter fue de viaje al campo con sus padres y él paso parte de sus vacaciones en casa de su tío. Voló libremente en escoba, visitó pueblos y ferias en el corto tiempo que estuvo con él.

Mientras que otros estudiantes renegaban terminar sus vacaciones el casi llora de emoción cuando tuvo que volver al colegio. Mientras que sus padres se despedían y "aconsejaban" a su hermano, él apenas llegó a la estación se fue corriendo a dejar sus cosas y buscar a sus amigos.

Primero encontró a Remus, con su madre y con toda la educación Black se presentó ante ellos.

—Buenos días, Señor Lupin. —Se presentó junto con un apretón de manos—. Buenas tardes, Madam Lupin— continuó mientras depositaba un beso en la mano de la señora, que solo sonrió enternecida—. ¡Amigo!— abrazó fuertemente al otro.

—Que encantador— habló la mujer con una emoción en sus palabras y los ojos algo llorosos, Sirius supuso que era por que se iban a alejar de su retoño por una buena temporada.

—Me alegra verla con buena salud, Señora —mencionó el de ondas alegrándose de que quizás su amigo no iba a estar apagado, ni cansado por esas fechas en las que su mamá se enfermaba.

—Mi... —cuando cruzó con la mirada avergonzada de su hijo solo siguió con la mentira—. Claro, estoy mejorando, gracias por preocuparte.

—¿Bromea? Remus siempre se preocupa por usted, además es un gran compañero —decía con una sonrisa sincera mientras agarraba con un brazo a su amigo por los hombros para acercarlo, aunque la mentira—. Es la voz de nuestras conciencia, gracias por haberlo criado así, de lo contrario sin él seriamos un desastre.

Esos ojos (Snirius)Where stories live. Discover now